«No tenemos que ponernos techo»
Juan Carlos Navarro Capitán de la selección española de baloncesto«Hemos estado arriba en todas las competiciones y este Mundial no tiene por qué ser distinto»
Actualizado: GuardarEl 7 es el dígito que destaca a los jugadores más determinantes en las selecciones españolas. Si Villa sembró Sudáfrica de goles con él a la espalda, Juan Carlos Navarro lo adorna con los galones del capitán y la responsabilidad de hacer estallar el mayor número de 'bombas' posibles en cuanto sobrevuele espacio aéreo turco.
Toca hablar del futuro inmediato. Aunque hay más jugadores veteranos, cumple diez años en el combinado nacional y nadie le discute el liderato, menos aún sin Pau en liza. Colecciona medallas desde que los 'golden boys' armaron la el taco en el Mundial junior de Lisboa. Ya como 'adulto', prosiguió la recolecta. El oro mundialista de Saitama ocupa el lugar cenital de su vitrina, enmarcado por el título europeo ganado con faenas finales dignas de puerta grande en Polonia y la plata de los Juegos de Pekín. Y hay más metal: otras dos platas y un bronce con rango continental.
Lo que son las cosas, le toca a España defender el título que un grupo de amigos y excelentes jugadores canjearon en el imperio del sol naciente mientras un emocionado Pepu Hernández nos hablaba de BA-LON-CES-TO. Y las cosas no parecen pintar mal.
-¿Qué pálpito percibe en el equipo?
-El de siempre. Estamos haciendo un buen trabajo y viajamos con las expectativas de hacerlo bien. Tenemos un buen grupo y podemos hacer un buen Mundial.
-¿Existe algún pegamento invisible, un secreto que explique la buena química?
-La calidad es la clave. Tenemos dos o tres jugadores por posición que lo pueden hacer muy bien. Además, somos buenas personas y eso se nota en el buen rollo que existe. Así se ha formado un grupo que tiene un espíritu claramente ganador.
-¿Son consignas que surgen o se transmiten de generación en generación de internacionales?
-Imagino que se transmiten. Los nuevos que llegan saben que entran en un buen grupo y no les cuesta nada. Desde el primer momento son bien recibidos y llegan con hambre de hacerlo bien y ganarse un puesto. En mi caso, cuando entré en el 2000, me recibieron muy bien y yo lo sigo haciendo con los que vienen.
-El deporte español ha cambiado tanto que ahora no sorprende que la selección de baloncesto se autoproclame favorita para todo.
-Este equipo siempre ha aguantado bien la presión. Los resultados demuestran que no tenemos que ponernos techo. Hemos estado arriba en todas las competiciones y no tiene por qué ser distinto en este Mundial. Iremos paso a paso, pero nos hemos ganado el respeto de todos.
-¿Sería un error pensar en Estados Unidos como el único rival real con el que se van a encontrar?
-Hay muchos rivales antes de llegar a ese hipotético cruce. Habrá que trabajar mucho para cruzarse con los americanos.
-Los estadounidenses llegan sin sus estrellas y difieren de la idea que se tiene de un 'dream team'.
-No están las estrellas más brillantes. Pero aunque se trata de un equipo de la segunda línea tiene una calidad impresionante y sus jugadores pueden llegar con más hambre de hacerlo bien. Sin duda, entra entre los favoritos, pero sabemos que ellos también nos ven a nosotros así.
-¿Va a ser el de Turquía el Mundial de las ausencias?
-Hay muchos motivos diferentes. Pau se merece un descanso. Lo ha hecho bien en su equipo y con la selección y este año lo ha ganado todo. Allí las temporadas son muy complicadas por su intensidad.
- La excusa generalizada es lo que pesa una temporada de NBA. Pero los equipos europeos punteros no van a la zaga en partidos jugados.
-Sí. Al final casi juegas los mismos partidos que en su Liga regular, aunque ellos tienen un calendario más comprimido que es más estresante.
-España sin Pau Gasol. Hay que hacerse a la idea.
-Hay que mirar hacia adelante. Lo tenemos claro desde el primer día. Cada año empezamos de cero con los jugadores que estén.
-Su falta puede venirle bien al grupo para que se reivindique?
-Vamos a dejarlo en que es una motivación para que todo el mundo rinda al máximo nivel. Tampoco vamos a presionarnos cuestionando qué vamos a hacer o no sin Pau..
-La era Scariolo arrancó en Polonia. Se ganó el oro en Katowice, pero con una dosis de sufrimiento inicial inesperado.
-Sí. Allí ya habíamos ganado el Eurobasket antes de jugarlo y mira cómo empezamos. Está claro que firmaríamos repetir el guión de empezar mal, mejorar y acabar como lo hicimos y quedando campeones. Pero queremos estar más tranquilos y arrancar mejor.
-En esas situaciones se malgasta energía.
-Es más el peso de toda la gente que se te echa encima. Pero somos profesionales y nos ha pasado también en nuestros equipos.
«El primero en calentarme»
-¿Sienten que hay muchos puntos de mira en sus cabezas?
-Es el deporte nacional, esperar que las cosas vayan mal para pegar el palo. Tampoco estamos demasiado pendientes de eso. Vamos a intentar hacerlo bien y dar el máximo, pero hay que entender que llegará el momento en el que no se consigan los éxitos a los que estamos acostumbrados. La gente tiene que entenderlo.
-En Sudáfrica se asistió a vergonzosos ejemplos de antifútbol. ¿Puede ocurrir lo mismo en el Mundial de basket?
- Ahí puedo hablar en primera persona (ríe). Estoy acostumbrado a que me intenten sacar del partido a base de jugar muy físico. Todos corremos ese riesgo ante gente inferior técnicamente. Pero llevamos muchos partidos encima como para estar ya acostumbrados. Claro que reconozco que te estoy diciendo esto y a veces soy el primero en calentarme.