Pecados políticos

De los siete pecados capitales, hay algunos que quizá merezcan ser analizados con una incisión un poco más fina y precisa. Soberbia: José María Aznar no tiene rival. Yo creo que ya está todo escrito acerca del que otrora manejó las riendas de este país. Ahora ya no solamente menosprecia a su Gobierno y Estado en los pocos lugares donde le prestan atención, sino que junto al refractario y leal Pons, se atreven ambos a inmiscuirse en la gestión del sempiterno conflicto Marruecos/Ceuta/Melilla. Nadie les escucha, pero ponen la sonrisita del que va apurado al baño.

Avaricia: el cómico Mota definía como 'el ansia' a esto de trincar lo ajeno. Qué manía les ha entrado a algunos/as de amarrar todo lo que pasa a su lado. Políticos, banqueros, faranduleros, generadores de crisis, pensionicidas, etcétera. Me recuerdan a David Copperfield en lo de la sutileza y rapidez desvaneciendo cosas.