
El Barça recurre a los campeones
Guardiola quiere la Supercopa de España y sabe que para remontar al Sevilla el 3-1 de la ida necesita a sus jugadores más laureados El Camp Nou espera esta noche una nueva exhibición de los héroes del Mundial de Sudáfrica
BARCELONA. Actualizado: GuardarNo jugarán de inicio los ocho barcelonistas que ayudaron a la selección española a conquistar el Mundial de Sudáfrica porque apenas llevan diez días de pretemporada en comparación con los casi cincuenta del núcleo duro del Sevilla. Milagros físicos no existen.
Pero Pep Guardiola quiere la Supercopa española. Es un título que siempre suma, y alineará un once menos experimental que el que dispuso en el encuentro de ida en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde un equipo formado por suplentes y canteranos cayó en la última media hora (3-1) pese a sus buenas maneras. La titularidad de jugadores como Puyol, Busquets, Iniesta o Xavi parece garantizada y unida a la de Alves, Messi o Ibrahimovic, que llevan más días trabajando, le da al encuentro un aire de remontada que en las últimas horas está animando a los aficionados a acudir al Camp Nou.
Incluso se especula con que Villa, el gran fichaje, casi único junto al menos mediático Adriano, tenga minutos.
El buen ánimo azulgrana, curiosamente, contrasta con el del equipo que sigue siendo favorito para lograr el primer título de la temporada 2010-11. El Sevilla, pese al 3-1 favorable, parece obligado a reservar jugadores para que lleguen lo más enteros posible a su otra final: el partido de vuelta de la previa de la 'Champions' ante el Sporting de Braga, que se impuso 1-0 en Portugal. La Supercopa de España es una línea más en el palmarés de un club, pero aquí lo que da dinero y prestigio es participar en la 'Champions'. Antonio Álvarez sabe lo que es prioritario, aunque también maneja una amplia plantilla con la calidad suficiente como para pelear en todos los frentes.
Los interrogantes sobre los equipos iniciales, que son muchos, no se resolverán hasta el final. De momento el Barcelona ha hecho una primera criba de canteranos. Los 18 convocados de Guardiola no se conocerán hasta que concluya el último entrenamiento, programado apenas nueve horas antes del encuentro, con ya sólo dos jugadores del filial, en este caso los alumnos más aventajados que ya debutaron la pasada temporada con el primer equipo azulgrana: Jonathan dos Santos y Thiago Alcántara.
Pinto, recuperado
24 jugadores optan a entrar en la lista, entre ellos Pinto, guardameta suplente de Valdés que será titular en la Supercopa una vez recuperado de la lesión muscular que le impidió jugar en la ida. Los transferibles Hleb, Víctor Sánchez y Cáceres no cuentan, por lo que Guardiola sólo tendrá que hacer tres descartes.
El técnico confirmó lo que un secreto a voces: «Los mundialistas están cada vez mejor. A estas alturas no están al máximo. No estamos todos perfectos, pero cada vez estamos mejor. Aunque no están para jugar noventa minutos, el equipo está preparado para jugar y para ganar. ¿Los del filial? Lo normal es que suban de uno en uno, como mucho dos. Lo anormal fue lo de la ida en Sevilla, con cuatro de ellos titulares y uno más que entró después, pero las circunstancias obligaron. En ese momento estaban mejor que los mundialistas, que sólo habían hecho un par de entrenamientos. Eso ahora ha cambiado». El entrenador azulgrana, por cierto, reveló que ha pedido reforzar una posición en concreto, quizás de la mediocentro tras la marcha de Touré, pero no dio nombres. Sí avanzó que los del filial tendrán ficha con el Barça B para ir subiendo o bajando según convenga.
Antonio Álvarez, por su parte, aseguró: «Tengo que manejar la plantilla y, aunque no vamos a renunciar a nada ni tirar nada, intentaré hacer dos equipos competitivos. Llevamos dos goles de ventaja y vamos a Barcelona para competir y traernos la Supercopa de España para Sevilla, pero sabemos que el nivel del rival aumenta con los mundialistas y que será un encuentro difícil».
Sólo adelantó que no jugará el defensa Squillaci, en tratos con el Arsenal y enfrentado al técnico tras negarse a jugar en Braga, lo que provocó un lío en el vestuario.