Filósofo cantor en Cádiz

«El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto de interés y el afecto de otros mucho». Estas palabras del maestro Bertrand Arthur William Russell sobre la felicidad, son fácilmente atribuibles al curioso Juan Perro, o lo que es lo mismo, a Santiago Auserón.

Hablar con este señor con nombre de protagonista de una buena novela, transmite entre otras muchas cosas, sabiduría, experiencia, cultura, o simplemente pura inteligencia.

Tras la separación de la mítica banda ochentera Radio Futura, Santiago decidió llamarse Juan Perro, un cambio que explica el cantante: «quise buscar un nombre que reflejase la tradición de la lírica popular española». Y es que cuenta que hubo un escrito medieval, un tal Juan Zorro, trovador gallego, que inauguró la saga de cantores.

«Quise inventarme un personaje de estas características, ya en uno de los discos de Radio Futura se dejó ver con el álbum 'La canción de Juan Perro', porque realmente fue cuando empezó a perfilarse como una especie de prototipo que representara una nueva búsqueda, una nueva línea...», subraya.

Santiago Auserón asegura que Radio Futura no volverá. Y sin embargo, sabe que la huella de la banda siempre le quedará. Este experto de las letras es consciente de que una vez que un proyecto ha alcanzado una fama artística (como el caso de Radio Futura), es muy difícil hacer una carrera posterior con otro nombre, pero él lo hizo conscientemente: «yo lo hice con toda la intención, no me apetecía dedicarme a ser un esclavo del éxito masivo. Necesitaba investigar más, actuar con más libertad y dedicar más tiempo a nuevas experiencias, a la escritura, a la composición».

Lo cierto es que son muchos los que aún se preguntan cuál fue la razón por la que Radio Futura acabó desapareciendo, justo en el momento en el que estaba en la cumbre. «Fue por muchos motivos, pero uno de ellos es que para continuar trabajando juntos debíamos convertirnos en una empresa con un gran volumen de ingresos y dedicada al negocio», argumenta el cantante. Los comienzos de la banda fueron de una tremenda complicidad con el público, tanto que en los 90' cuando los hermanos Auserón llenaban auditorios «escuchábamos rugir nuestra última canción como si fuera un himno futbolero a gente a las cuales no les veíamos la cara y ésto estaba llegando a un punto que no iba con nosotros, aquella situación ya no era nuestra».

Panorama de la música actual

Hablar de las nuevas generaciones musicales de España es casi imposible porque poco muestran de ellas los medios de comunicación. Son éstos los que limitan el conocimiento de las nuevas vertientes que se están gestando. Este filósofo cantor, critica esta misma situación y expone: «la realidad de la música española es muy confusa, los medios más poderosos reflejan a los que son más comerciales, de modo que hacen obtener a la cadena más anunciantes y al mismo tiempo más apoyo político, pero soy consciente de que se está haciendo mucha música de calidad, y que la mayoría desconocemos. Esto está afectando a la música y a la cultura en general».

El compositor examina las inquietudes que vibraban entre los españoles de los años 80. «Recuerdo que había más acción. Era una época de transición en la que los oídos estaban más despiertos, si esta misma emoción hubiera continuado, habría una música popular más solida, pero conforme van pasando los años, menos interés se le presta, es una pena, pero nos vamos acostumbrando».

Cuando caiga el sol, el Castillo de Santa Catalina acogerá la magnífica música de Juan Perro y promete que será una noche cálida, porque ante todo tiene muchas ganas de volver a «los encantos de la tacita de plata». En el concierto sonarán temas inéditos del cantante con la colaboración del catalán Joan Vinyals. «Será un concierto al desnudo, con dos guitarras acústicas y dos voces», predice el músico.