Los discapacitados tienen ya su local en Guadalcacín

Para una población rural con poco más de 5.000 habitantes como es Guadalcacín, la existencia de una asociación de discapacitados supone ya una inusual conquista social para sus miembros. Y en un año en el que la feria de la localidad estará dedica a sus colectivos, la concesión de un local del centro social para los familiares y amigos del discapacitado (Fadis) se convierte en todo un doblete para un septiembre ilusionante.

«Yo tengo muchas ideas en la cabeza», asegura Manuela Moreno, presidenta de la asociación. Por lo pronto, a mitad del próximo mes serán las familias de discapacitados que así lo deseen las que reciban clases de terapia en grupo impartidas por los psicólogos del centro En Positivo. Pero Manuela tiene un sueño: un espacio para el retiro de los más cercanos a los discapacitados. «Un sitio en el que podamos dejar en buenas manos a nuestros familiares mientras hacemos la compra un par de horitas», explica.

Para alcanzar esa aspiración, una de las próximas actividades abordadas para recaudar fondos será la elaboración de una paella benéfica durante el sábado de feria al mediodía en la caseta municipal.

Pero, como no sólo de dinero se trata, las iniciativas feriales irán un poco más allá: «El jueves tendrá lugar un concurso de artistas, con cante, baile, humor y magia». Será a las 20.00, y la voluntad con la que nace el acto es la de «darnos a conocer un poco más en el pueblo, tratar de integrarnos más con los vecinos».

Y es que, aunque la andadura de Fadis comprende ya un lustro, son pocos todavía los socios que se prestan a colaborar, quizá por ese desconocimiento. Son sólo 20 sus miembros, de los cuales cuatro reciben fisioterapia a través de la misma. «Hay discapacitados en el pueblo que no se han dado un masaje en su vida», cuenta. Y Fadis tiene la voluntad de que eso no siga así.