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Un juez ordena liberar a un preso yemení encarcelado durante nueve años en Guantánamo

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Tras nueve años encarcelado en la prisión de Guantánamo, un juez del distrito de Columbia ordenó ayer a la Administración Obama que libere con carácter inmediato a Adnan Farhan Abd al- Latif tras estimar que el Gobierno no ha podido demostrar que su retención es legal. De esta manera, el magistrado se alineó con los argumentos esgrimidos por el detenido, para quien los documentos y otras pruebas utilizadas contra él eran incorrectas. El eje central de la acusación era que Abd al-Latif se había reunido con un supuesto reclutador de la red terrorista Al-Qaida en 2000.

«La historia de Al-Latif no está exenta de inconsistencias o de preguntas sin respuesta, pero se apoya en pruebas corroboradas proporcionadas por profesionales sanitarios y no es increíble», afirma el juez Henry Kennedy en su dictamen. «El tribunal no acepta la suposición de que el detenido mienta porque relató más de una coartada creíble», añade.

Al-Latif, un yemení que tiene ahora 34 años, fue capturado por las autoridades paquistaníes a finales de 2001 y trasladado a Guantánamo en enero de 2002. Cuando tenía 18 años sufrió heridas en la cabeza debido a un accidente de coche y su tratamiento fue costeado por el Gobierno yemení. Al-Latif afirmaba que este cuidado no fue completo y que «solicitaba ayuda». Así, en 2000, se reunió con un hombre llamado Ibrahim -de acuerdo con la sentencia- que le prometió asistencia sanitaria gratuita en Pakistán. El Gobierno arguyó que Ibrahim era en realidad un reclutador de Al-Qaida llamado Abú Jalud, «que animó a Al-Latif a ir a Afganistán a recibir entrenamiento militar y/o luchar en la yihad».

Kennedy acordó que muchas de las «declaraciones incriminatorias» dadas carecen de «pruebas corroboradas», que «hay dudas serias» sobre la fiabilidad de algunas de las pruebas en su contra y que Al-Latif «ha presentado una historia alternativa posible para explicar su viaje». «Ya que no se han demostrado pruebas irrefutables de que formaba parte de Al-Qaida o de una fuerza asociada, el tribunal concluye que su detención es ilegal», concluyó.