Miembros del Ejército apuntan con sus armas a una palestina que se encuentra maniatada, con los ojos vendados y de rodillas. :: BTS
MUNDO

Las fotografías de una ex soldado desvelan prácticas habituales en el Ejército israelí

Antiguos militares publican imágenes problemáticas y revelan que las tropas dejan de ver a los palestinos como seres humanos

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Las polémicas fotografías que la ex soldado israelí Eden Aberyil publicó en su página de Facebook no son un caso aislado, sino una norma dentro del Ejército, denunció ayer la ONG de antiguos militares 'Breaking the silence' (Romper el silencio). La organización ha difundido en Internet más imágenes de uniformados junto a palestinos detenidos e incluso muertos.

La ONG muestra las instantáneas en una página de Facebook creada para la ocasión bajo el nombre 'La norma que el portavoz del Ejército Avi Benayahu niega'. En las fotografías tomadas por uniformados puede verse a varios de ellos con el rostro difuminado que posan junto a palestinos heridos, detenidos o muertos, sobre los que algunos incluso ponen el pie como si se tratara de una presa de caza. Los escenarios varían: desde campos de batalla a viviendas donde se produjeron redadas pasando por salas de detención e incluso invernaderos.

La polémica saltó el lunes en Israel al hacerse públicas las imágenes que la ex soldado Aberyil, que terminó el servicio militar obligatorio en 2009, colgó en su perfil de la red social Facebook. En ellas, tomadas en la franja de Gaza en 2008, la antigua recluta, de 21 años, se retrataba sonriente junto a prisioneros vendados y maniatados. La organización considera que Aberyil se ha convertido en una cabeza de turco. «Las imágenes sólo son la punta del iceberg», denunció ayer 'Breaking the silence', al tiempo que pidió al portavoz del Ejército «que no insulte la inteligencia del público hebreo, y que clarifique que se trata de un fenómeno extendido y no una aberración causada por un solo militar. Los retratos que han colgado, explica la ONG, se han tomado en los últimos diez años y sólo representan un «lote preliminar», aunque no especificó si piensan hacer públicas nuevos en el futuro.

Para los antiguos uniformados, las instantáneas muestran los efectos que ha tenido el control militar de la población a largo plazo. «Cada soldado acaba acostumbrándose a contemplar a palestinos esposados y con los ojos vendados como parte de una rutina, y de verlo tan a menudo, las tropas dejan de ver que son seres humanos», explicó Yehuda Shaul uno de los fundadores.

Lluvia de críticas

«Aún no entiendo qué es lo que estuvo mal». Aberyil intentó defenderse ayer del aluvión de críticas que le han caído desde el Ejército, los palestinos y organizaciones de derechos humanos e internautas. La joven no se disculpa y afirma haber recibido amenazas de muerte.

La cúpula castrense piensa degradar a la ex recluta, que no volverá a ser convocada para hacer el servicio de reserva, según explicó la propia Aberyil al diario digital judío 'Ynet'. Ayer, la causante de la polémica habló largo y tendido con la prensa, y aseguró no haber maltratado nunca a los prisioneros. «Siempre tratábamos a los palestinos bien. Les dábamos comida y bebida, y nos reíamos con ellos», aseguró, sorprendida por la repercusión mundial que ha tenido su caso.

Aberyil se muestra además dolida y decepcionada con el Ejército, que el lunes condenó su comportamiento y calificó las fotografías de «grave violación de nuestra moral y nuestro código ético». «Arriesgué mi vida, me hirieron, fui una soldado modelo, y ahora me gustaría no haber servido nunca», dijo ayer la ex uniformada, originaria de Ashdod, cerca de la franja de Gaza.