VUELTA DE TUERCA
Actualizado: GuardarEl ministro de Fomento, José Blanco, que aprovecha agosto para fomentar el descontento nacional, avisa del incremento de impuestos. La medida se apoya en una pésima argumentación: dice que «son muy bajos». ¿Comparados con cuáles? Las comparaciones son odiosas, pero para una sola de las partes comparadas, ya que la otra sale favorecida.
¿Qué sucedería si nos diera por confrontar a nuestros ministros con los de otros países? Los que son bajos, incluso subterráneos, son los políticos y por más que se empinen no dan la talla. Si se meten en camisa de once varas es por abultar más. La tétrica novedad no la tenía que haber anunciado él, sino la abrumada ministra de Economía. Lamento coincidir con Esteban González Pons, en quien confío aún menos que en los genios anteriormente citados.
Hasta hace muy poco tiempo estábamos buscando potentados. Hubo que desistir, ya que los ricos no sueltan nada. La solución era fácil: había que llamarles ricos a los que sin serlo habían conseguido vivir holgadamente gracias a su trabajo. Penalizar el mérito no falla nunca. Los grandes inversores depositan la pasta en lugares tan misteriosos como seguros, pero quienes gastan su honrado dinerín en lo que les da la gana, incluso en quitarse las ganas de comer, están sujetos a severísimos controles. Sobre todo si no pertenecen al 'aparato', que por cierto lleva mucho tiempo capotando. El llamado 'tributo para los ricos' ha sido descartado: ahora van a llamarle ricos a los que ganan lo mismo que ellos, sólo que de una manera decente. Agosto siempre trae novedades: hay menos medusas en el charco azul por donde nos vino la cultura y menos muertos en accidentes laborales, ya que hay menos trabajo. Un buen momento para apretar las tuercas, pero a los recaudadores les falta un tornillo.