Lorenzo, ayer de nuevo el más rápido en Brno, da un paso gigante hacia el título

Jorge Lorenzo dio este fin de semana en la República Checa un paso de calidad para conseguir su primer título de campeón del mundo de MotoGP al imponerse con autoridad en una carrera que a, pesar de todo, controló con maestría.

El catalán rodó por los suelos en el entrenamiento del sábado, pero supo rehacerse el domingo en la carrera a pesar de la excelente salida que, como siempre, hizo su compatriota y gran rival Dani Pedrosa, que una vez más no pudo hacer nada por doblegarlo.

Los datos más importantes del fin de semana en la República Checa evidentemente fueron el rendimiento de un Jorge Lorenzo que cada vez se muestra más crecido frente a la eficacia de sus rivales y aumenta a cada gran premio que pasa su ventaja en la tabla del campeonato, en la que ahora cuenta con 77 puntos sobre Pedrosa.

Va camino de batir numerosos récords a lo largo de una temporada en la que está mostrando lo mejor de sí mismo y de cuanto se puede esperar de él.

Batió en Brno el récord de victorias de Álex Crivillé cuando en 1999 se proclamó campeón del mundo de los 500 c.c. Un hito histórico que esta temporada puede superar el piloto de Palma de Mallorca, que ya cuenta con siete victorias en la presente campaña, en la que ha protagonizado como peor resultado dos segundas posiciones.

La trayectoria de Jorge Lorenzo en 2010 no tiene prácticamente ni un solo borrón. Su actuación está resultando impecable, de auténtico campeón y, lo que es mejor, sin absolutamente ningún error en los momentos más complicados.

En el test oficial celebrado ayer en el trazado checo volvió a ser el más rápido con la YZR M1 del próximo año, modificada exteriormente con un colín más ancho, lo que demuestra su gran estado de forma.