La natación jerezana se queda vacía

Después de siete meses de remodelaciones, la primera fase de las obras de la piscina cubierta Arquitecto José Laguillo tocó su fin el pasado mes de febrero. Mientras estas tareas se desarrollaban, el CN Jerez trasladó sus entrenamientos a distintas instalaciones privadas de la ciudad. Ahora, con el comienzo de la segunda fase, el club jerezano se ve en la disyuntiva de cómo encarar la temporada sin contar con la piscina municipal.

«Para nosotros es muy complicado, porque trabajar sin agua es muy difícil», asegura Manuel Mestre, presidente del CN Jerez. Cuando vivieron esta situación la pasada temporada recurrieron a las citadas instalaciones privadas, a pesar de las limitaciones que sabían que aportarían a la hora de entrenar. En palabras de Mestre, «no todas las piscinas tienen la profundidad suficiente para poder manejar el balón de waterpolo, pero nos permitían mantener la preparación física, y estamos muy agradecidos con ellos». Los problemas estructurales trascenderían a todas las modalidades que trabajan, desde las pruebas de waterpolo hasta las de natación master, que en estas circunstancias «optábamos a una, dos o tres calles para nosotros como mucho, y así es difícil mantener la calidad de los entrenamientos», asegura el presidente.

Buscando soluciones

De cara a la próxima temporada, Manuel Mestre baraja distintas opciones para que la calidad del conjunto no se vea mermada por los contras. Espera que empiece a funcionar la piscina municipal de la Zona Sur, alternativa que les facilitaría el inicio de la preparación. Si esta opción no fuese factible, la directiva sopesa incluso que el colectivo se desplace a alguna instalación ubicada fuera de la ciudad que les permitiese entrenar. «El problema es que las piscinas cubiertas en invierno están ocupadas, y se nos hace imposible disponer de unas horas aceptables para poder entrenar», añade el presidente.

Otra posibilidad sería recurrir de nuevo a las instalaciones privadas. Una opción que no permitiría optimizar la preparación, ya que, según recuerda Mestre, cuando trasladaron allí los entrenamientos el pasado año «nos prestaban las piscinas dentro de sus posibilidades, porque lógicamente son un negocio».

Otro de los problemas que se les presenta es el trabajo con los más pequeños. El hecho de no disponer de la constancia de unas horas de piscina no sólo dificulta que los niños se vean atraídos por este deporte, sino también la formación de estos futuros nadadores.

Durante el verano, el CN Jerez ha ubicado su eje preparatorio en las Piscinas Jerez, escenario que, según explica Mestre, les acogerá durante todas las tardes del periodo estival hasta la llegada del mes de octubre. Estos planes se mantendrán siempre y cuando «el frío lo permita», como explica el directivo. El objetivo primordial es seguir con la misma línea de trabajo, y poder optar así a equiparar los éxitos deportivos a los ya cosechados durante la presente temporada.

Grandes pretensiones

«Nosotros somos muy cabezones, somos gente bastante dura de pelar», asegura Manuel Mestre. «Seguimos ahí gracias a la camaradería que hay entre todas las secciones del club». Estas miradas conjuntas observan el futuro con la pretensión de alzarse con los dos campeonatos de España, el de invierno y el de verano, y también con el Europeo que tendrá por sede Ucrania. «Intentamos ir a competir a todos los lugares. Estamos dispuestos a luchar por alcanzar todo el potencial del equipo», explica el presidente.

Las dificultades no aminoran el ánimo de lucha del conjunto; como indica el propio Mestre, las entienden como «un reto que afrontar».