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A los 65, solos en casa
El aumento de la esperanza de vida y el cambio de mentalidad han duplicado en sólo cinco años esta cifra en la provinciaMás de 27.000 ancianos viven sin compañía, la mayoría de ellos son mujeres
CÁDIZ. Actualizado: GuardarElección de vida o necesidad. Todo depende de la edad y del momento. Por lo general, son ellos los que dan el primer paso cuando empiezan a trabajar y tienen un sueldo lo suficientemente generoso como para no tener que compartir piso. Las chicas suelen ser más reacias a hacer su vida solas. Y una vez pasados los 65, la estadística da la vuelta. Lo evidencian los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA): 27.000 jubilados viven solos, de los que apenas 5.900 son hombres.
Hay quien le ve un punto cómico a los datos, pero la verdadera explicación es la mayor esperanza de vida de las mujeres y su resistencia a abandonar los hogares. En toda España el número se ha mantenido constante y supera el millón. En este abanico, los hay que son totalmente independientes -la mayoría- y los que necesitan de ayuda. Tanto es así que se ha llegado a polarizar la distribución de ayudas de la Ley de Dependencia: Más del 50% son pagas para contratar servicios de asistencia en los propios domicilios.
El cambio del modelo de vida ha duplicado el número de ancianos que viven solos en muy pocos años. Hace apenas cinco, la cifra apenas llegaba a 12.000 y ahora son más de 27.000, según la estadística del INE. Y el aumento de la esperanza de vida sólo viene a consolidar la tendencia.
Tanto es así que las administraciones empiezan a crear programas propios para este tipo de ancianos. Uno de los casos más habituales es el servicio de atención a los mayores durante el verano. Este año el SAS hace seguimiento a 2.000 usuarios mayores de 65 por las altas temperaturas. Esta cifra también ha ido en aumento en los últimos años. Las empresas privadas también le sacan punta a la situación y se lanzan al negocio de las residencias de estancia diurna y locales específicos de ocio. Es especialmente durante el verano cuando reciben la mayor demanda.
También, los jóvenes
La otra cara de la vida en solitario son los jóvenes que inician la aventura antes de compartir el espacio con una pareja. Hasta hace poco más de tres años sólo podían permitírselo profesionales que tienen un empleo estable y bien remunerado, pero desde que el Ministerio de Vivienda aprobó las ayudas a la emancipación el número también ha ido en aumento. En la provincia son en torno a 30.000, de los que 18.900 son hombres. En esta estadística hay que tener en cuenta también los divorcios. En torno a 3.300 parejas se separaron el año pasado y cuando hay hijos de por medio, lo habitual es que la custodia quede en manos de la madre.