Sólo en Cádiz se han abierto más de veinte locales en dos años. :: J. C. CORCHADO
Ciudadanos

Más de cuatro toneladas y media de oro para tapar agujeros

Los más de 20 negocios de empeño y compra-venta de la capital han facturado más de 13 millones de euros en lo que llevamos de año

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La venta de oro se ha convertido, sin duda, en el negocio de la crisis. No en vano, su naturaleza se basa precisamente, en cubrir la necesidad de liquidez de las víctimas de ellas: personas que han perdido su fuente de ingresos y a las que sólo les quedan sus recuerdos en forma de oro, con joyas de familiares que se las dejaron en herencia, o con las alhajas que fueron compradas en épocas más boyantes. Su valor se tasa ahora al peso, y puede calcularse por toneladas.

La mejor prueba de este éxito es que, en una época de destrucción generalizada de empresas y empleos, el sector de los 'compro oro' -como son conocidas estas especies de joyerías, difíciles de catalogar como tales- ha visto cómo proliferaban los locales, hasta el punto de que, sólo en la capital gaditana, se ha pasado de un par de negocios a una veintena en el corto periodo de dos años, desde que se agudizó la desaceleración económica.

La facturación de estas veinte empresas ha sido igual de fulgurante que el ritmo de creación. De hecho, sólo en lo que llevamos de año -desde enero hasta el presente mes de agosto- en la capital gaditana ha movido más de cuatro toneladas y media de oro, entregadas pieza a pieza, gramo a gramo, en pequeñas entregas de anillos, cadenas, esclavas y «hasta muelas de oro», como reconoce un empleado en una de estas tiendas: «Hay gente que lo trae todo, no les queda otro recurso para pagar las facturas». «Hemos visto paquetes de joyas que entraban y salían una y otra vez, después de que los clientes las recuperaran».

En menor medida, los hay que venden pequeños lingotes de oro, que se comenzaron a comprar cuando la economía enfiló la cuesta abajo por quienes lo consideraban una inversión en un valor seguro. No en vano, en los últimos siete meses las cotizaciones del oro han seguido una tendencia, en términos generales, alcista. Si bien, después de un gran batacazo experimentado a finales del pasado año y principios del presente.

La cantidad de oro recogida por las empresas de empeño a lo largo de este año se traduce en una facturación de dinero casi tan sorprendente como el peso. Y es que en estos siete meses y medio, los negocios gaditanos de compra y venta del metal más preciado han facturado más de trece millones de euros, según explicaron a este periódico responsables de la inspección de estos locales.

Hay que aclarar que en estas cifras no se incluyen los préstamos que ofrece el Monte de Piedad de la ciudad, que gestiona la caja de ahorros Unicaja, y que en los últimos dos años también ha experimentado un notable crecimiento de clientes. En este caso, sin embargo, el objetivo de esta entidad no es lucrativo, sino benéfico y en caso de empeño, los intereses de los préstamos -en torno a un 5%- son muy inferiores a los que ofrecen algunas de las empresas, «en torno a un 10% y hasta un 20%», según explicaban ayer la Policía Nacional, encargada del control de estos negocios.