Niños prodigio con mucho arte
Mozart, Beethoven y Picasso mostraron su talento desde pequeños; con apenas seis años eran capaces de tocar el violín, componer o pintar con maestría
Actualizado: GuardarCuando el talento llama, poco tiene que ver la edad para que las musas se presenten en la puerta. Mozart tenía tan sólo cinco años cuando componía sus primeras piezas musicales. Además, era capaz de encandilar a la realeza y la aristocracia europea con su maestría para tocar instrumentos como el violín y el piano. Otro pequeño prodigio infantil fue el alemán Ludwing Van Beethoven, que ofreció su primer concierto cuando apenas tenía siete años, y a los nueve se estrenó como compositor con '9 Variaciones sobre una Marcha de Erns Christoph Dressler'.
En el ámbito literario, el poeta y dramaturgo español Lope de Vega destacó desde la tierna edad de cinco años, cuando, además de leer latín con fluidez, ya escribía sus primeros versos. Pablo Picasso también dio muestras de su talento desde muy temprano. Con apenas nueve años dibujó 'Corrida de toros y palomas' con un detallismo extraordinario. Sin embargo, el malagueño siempre renegó de la etiqueta de niño prodigio: «Yo no era un genio. Mis primeros dibujos nunca se han mostrado en una exposición de dibujos infantiles. Me faltaba la torpeza de un niño, su ingenuidad. He hecho dibujos académicos a la edad de siete años, con una precisión de la que me asusto», llegó a decir.
No es necesario remontarse al pasado para encontrar más muestras de talento infantil. La genialidad de los niños sigue latente en cada generación. Prueba de ello es la pequeña Emily Bear, que empezó clases de piano a los cinco años con profesores del Instituto de Música de Chicago, de la Orquesta Sinfónica de Chicago, e incluso de la prestigiosa y exclusiva escuela de artes Julliard. Debutó como solista de jazz a los siete años sobre el escenario del centenario Festival Ravinia, e interpretando música clásica con el 'Concierto de piano no. 23' de Mozart, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Rockford. Con tan sólo nueve años, el amplio currículo de esta virtuosa del piano, la composición y la improvisación incluye tres producciones discográficas y un recital en la Casa blanca.
Otra jovencísima promesa es Marla Olmstead, que a sus diez años ya es catalogada como una talentosa pintora de arte abstracto. Según sus padres, la pequeña comenzó a mostrar sus dotes artísticos con apenas 24 meses, y a los cuatro años captó la atención de un galerista, que decidió exponer su obra. Entre sus creaciones, destaca un liezo de más de metro y medio de altura que fue vendido por diez mil dólares. Su fama ha crecido tanto que son muchos los críticos que no han dudado en comparar su habilidad y su estilo con los de figuras de la talla de Wassily Kandinsky y Jackson Pollock.