Carta a Pumy

Hace poco más de un mes que se te paró el reloj de la vida y a tus amitos se nos rompió el alma en mil pedazos. Todo este tiempo se nos ha hecho una eternidad. Te fuiste sin darte cuenta, en silencio y sin que nosotros pudiéramos hacer nada para evitarlo ¿Por qué Pumy por qué?

En la soledad de los días y las noches, miramos hacia el lugar donde se encontraba tu canastilla en la que siempre dormías, intentando buscar respuestas a tantas preguntas que causan tanto dolor. Un susurro desesperado brota de nuestros labios llamándote « Pumy , Pumy.», y no vienes donde estamos.

Viniste a casa muy pequeñito, con tan solo 30 días, eras bueno, cariñoso, juguetón e inocente, y sólo con verte todos los días nos alegrabas el corazón y la vida.

Cuanta pena nos ahoga por dentro al pensar lo injusto que han sido los últimos momentos de tu vida.

Estuviste con nosotros 16 años y queríamos haber podido disfrutar un poco más de ti. Espero que todo lo feliz que fuiste con nosotros lo seas en ese lugar tan bonito donde te encuentras y que nos esperes, porque algún día nos reuniremos contigo.

Tan sólo queremos que sepas que nuestro amor y cariño por ti será para siempre, que nunca podrán reemplazarte y que siempre permanecerás en nuestros corazones.

Pumy te recuerdan y quieren con toda su alma:

Tus amitos.