Las cabras muertas se incinerarán hoy tras la intervención de la Junta
Después de 12 días en el vertedero, el Ayuntamiento enviará a los 400 animales a una planta acordada por la Consejería de Agricultura
JEREZ. Actualizado: GuardarEl fuerte olor y el riesgo de contagio no perdurará mucho más en las instalaciones del complejo medioambiental de Bolaños. Para tranquilidad del propietario del rebaño y de los trabajadores del vertedero, los 9.600 kilos de restos animales emplazados allí desde hace casi dos semanas tomarán hoy rumbo hacia Osuna, en Sevilla, donde serán incinerados como procede.
Ya en la mañana de ayer, el delegado provincial de Agricultura, Juan Antonio Blanco, contó a este medio que la Junta de Andalucía «sufraga el 70% del seguro de recogida de animales que se le ofrece a los ganaderos». Pese a ello, el propietario del rebaño impactado, Enrique Ferrer, carece de este tipo de prestaciones y cuenta sólo con un seguro de responsabilidad civil que no protege su pérdida, algo que le deja en una completa ruina. «En este caso, habrá que hablar con el Ayuntamiento, porque es el responsable subsidiario. Hay buen entendimiento entre la Delegación Provincial, el Ayuntamiento y la empresa de recogida, por lo que se le dará solución a esto». Y así fue.
Según fuentes consultadas, la intervención de la Delegación de Agricultura ha sido decisiva para alcanzar un acuerdo con la planta de Osuna y rebajar excepcionalmente el coste de la incineración, aunque será el Ayuntamiento el que asuma la cantidad reclamada como responsable subsidiario, que en un principio superaba los 6.000 euros.
Será el propio Consistorio el que flete hoy las cabras muertas a la incineradora, según las mismas fuentes, pero todavía se baraja la posibilidad de que el gobierno municipal pida ayuda a la Junta para el desembolso derivado de la operación. Desde la Delegación de Medio Ambiente confirmaron ayer que la maniobra obedece a una actuación conjunta de las dos administraciones.
En ruina económica
«Ya puedo hasta sonreír», asumía ayer Enrique Ferrer tras conocer que se acababa de quitar de encima esta pesada carga. Y es que el desenlace de este entuerto supone un final feliz a pesar de la desgracia para el pastor, que no da abasto después de haber perdido su mayor fuente de ingresos con el accidente. Porque, como dio a conocer ayer LA VOZ, la empresa gestora del vertedero en el que se encontraban los restos de animales pretendía hacerle pagar 600 euros por cada una de las 9,6 toneladas para que pudieran ser llevadas y tratadas en Sevilla. Este importe, superior a los 6.000 euros, resultaba a todas luces imposible de afrontar por el pastor.
El altercado que provocó la pérdida de la práctica totalidad del rebaño de Enrique Ferrer, y que dejó sin comunicación la línea férrea que une la provincia con Sevilla durante unas doce horas, tuvo lugar el uno de agosto a primera hora de la mañana. La Fiscalía no vio entonces indicios de delito, tras lo cual se decidió archivar la vía penal.