El mejor embajador

El Gobierno español estaba desconcertado por los cinco comunicados marroquíes en que el Gobierno del vecino país protestaba airadamente contra pequeños incidentes fronterizos, de dudosa veracidad, en Ceuta y en Melilla. Se preparaba, además, un boicot comercial contra las plazas y diversas organizaciones marroquíes se unían a la campaña en lo que parecía una operación orquestada, tendente a reforzar la reclamación sobre la soberanía de ambas ciudades que formula desde hace tiempo el reino alauita. La respuesta moderada de Rodríguez Zapatero no había conseguido aplacar la tensión, que sin embargo pareció ceder inmediatamente cuando el Rey Don Juan Carlos tomó ayer la iniciativa de telefonear al monarca de Marruecos, Mohamed VI. Según fuentes de la Casa Real española, ambos jefes de Estado constataron «las excelentes relaciones» tanto entre España y Marruecos como entre las dos casas reales y coincidieron en que incidentes «pequeños», como los de los últimos días, no pueden perjudicar esas excelentes relaciones. Una vez más, el Rey ha hecho uso de su prestigio y de su influencia y ha prestado un servicio al país. No cabe duda de que Don Juan Carlos sigue siendo el mejor embajador, dispuesto siempre a defender los intereses generales del Estado.