La red sorprende con innovadores ataques

Al menos once personas perdieron la vida, ocho de ellas agentes de las fuerzas de seguridad, tras la explosión de una casa en la localidad de Sadiya, dentro de la provincia de Diyala y a cien kilómetros al noreste de Bagdad. El rebrote de violencia en las últimas semanas se plasmó esta vez con el uso de una nueva táctica por parte de un comando insurgente, que preparó una trampa a los agentes del orden en el interior de una vivienda cercana a un puesto de control.

Tras recibir varios disparos, los policías se acercaron al lugar y cuando entraron para inspeccionar los insurgentes hicieron explotar una bomba. Cayeron ocho uniformados. Otros tres cuerpos -dos mujeres y un hombre- fueron encontrados entre los escombros.

Desde el inicio de la invasión han sido múltiples las formas usadas para atentar con explosivos, ocultos tanto en cadáveres como portados por animales.