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Obama impulsa a las bases de su partido en las primarias
El apoyo dado a un senador de Colorado se salda con una rotunda victoria que ha sido aireada con orgullo por la Casa Blanca
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarLa victoria de un senador demócrata de Colorado en las primarias de su partido era celebrada ayer en la Casa Blanca como una señal de que el halo de Barack Obama no se ha desvanecido. Así de necesitados están los analistas de señales con las que interpretar el incierto futuro del Congreso en las legislativas del mes de noviembre.
«Lo de ayer refleja nuestra capacidad para levantar a los votantes de Obama del 2008 para que participen en unas elecciones tan importantes y significativas como serán las de este otoño», interpretó para The Hill, David Axelrod, el principal asesor político del presidente.
Cuatro estados -Colorodo, Connecticut, Georgia y Minnesota- celebraron el martes un puñado de primarias menores dentro de cada partido para elegir a sus candidatos al Congreso, al gobierno del estado o incluso a la alcaldía. En previas elecciones Obama ha sido reticente a ofrecer su apoyo a determinados candidatos para no ser asociado con su derrota. Pero esta vez decidió apostar por un aspirante a la reelección, el senador Michael Bennet, frente a Andrew Romanoff, que aglutinaba a los liberales decepcionados y que incluso contó con los buenos deseos de Bill Clinton. Bennet le ha sacado casi 9 puntos de ventaja, lo que ha sido exhibido por la Casa Blanca como un canto triunfal al poder de Obama.
Le favoreció una participación masiva gracias al nuevo sistema de voto único por correo que Colorado ha implantado por primera vez en 46 de sus 64 condados. Se calcula que el 85% del electorado votó desde la comodidad de su hogar, lo que se ha traducido en un participación inusualmente alta para el bajo perfil de unas primarias de partido, 110.000 votos más que en las competidas presidenciales del 2008.
No le venía mal la ayuda a Obama, que nadaba a contracorriente. Si algo se puede anticipar del estado mental de los votantes este año es que, tanto a la izquierda como a la derecha, los ciudadanos enfadados por la crisis están cansados del propio sistema y buscan candidatos alternativos.
El clamor parece ser más fuerte entre los conservadores, donde los candidatos del Partido del Té parecen ganar invariablemente frente a los elegidos por el establishment de Washington. Fue el caso en Colorado de Ken Buck, que venció a una antigua ayudante del gobernador que contaba con el apoyo directo del partido en la capital.
«El sentido común convencional resultó estar equivocado», analizó el ex congresista estatal republicano, Rob Witwer, para el diario Político. «El mensaje antisistema fue el factor decisivo». Por eso el candidato de Obama tardó poco en apuntarse. «Hay buenas noticias», declaró Bennet. «Nuestro país no se acaba en el Río Potomac. Washington tiene mucho que aprender de Colorado». Lo que la Casa Blanca cree que hay que aprender de estas primarias es que «éste no será un año que se pueda formular, sino que se decidirá caso por caso», advirtió Axelrod.