Los turistas ayudan a los vecinos de Shey, en el Himalaya de la India, en la limpieza del lodo que cubre las calles de la ciudad. :: AP
ESPAÑA

Exteriores pide a los turistas españoles no viajar a la región india afectada por las lluvias

La Embajada reduce a diez los excursionistas desaparecidos en la zona de Cachemira, mientras espera a evacuar a otros 60

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Embajada de España en la India pidió ayer que ningún español viaje a la región de Ladakh, arrasada por las avalanchas de barro y piedras, no solo porque interrumpen los trabajos de rescate sino ante el riesgo de que vuelvan a repetirse las fuertes lluvias monzónicas, como las caídas del pasado viernes, que causaron 174 víctimas mortales, cientos de heridos e importantes daños materiales.

El embajador de España en el país asiático, Ion de la Riva, arremetió contra quienes pretenden reemprender sus excursiones, porque están «obstaculizando» los trabajos de los equipos de rescate y «arriesgan inútilmente la vida», dado que los meteorólogos advierten de que en cualquier momento podrían repetirse los episodios de lluvias torrenciales.

La legación diplomática trata de localizar a diez españoles, después que tuviera noticias del paradero de Ángel Palencia, Ignacio Zabala y Luis Molinero. Sin embargo, mantiene la cautela sobre Fernando Ezquerro, Rodrigo del Cid y Lourdes Morro, a quienes en un principio había pocas esperanzas de encontrar con vida. En declaraciones a Radio Nacional, el embajador De la Riva, aseguró que la legación diplomática «no puede dar por muerta a ninguna persona hasta que no aparezca el cadáver».

Las autoridades indias comunicaron a primeras horas de la mañana que habían encontrado el cuerpo sin vida de Lourdes Morro. Para proceder a su identificación, la Embajada envió a uno de sus funcionarios hasta la localidad de Skyu, a unos 40 kilómetros de Leh. Sin embargo, a media tarde, las autoridades informaron de que entre los cadáveres de los turistas encontrados no estaba el de la excursionista mallorquina, dado que se trataba de dos ciudadanos franceses, una mujer danesa y un cuarto deberá ser sometido a pruebas de ADN dadas las graves lesiones que presentaba. De esta manera, el funcionario ni siquiera llegó a ver el cadáver y se evitó ese duro trance para el padre de Lourdes Morro, que se encuentra Leh desde el martes. El compañero de la joven, Rafael Roca, evoluciona positivamente de sus lesiones tras ser evacuado el domingo a Nueva Delhi.

A la espera de salir

Desde Madrid, el Ministerio de Exteriores ha conseguido contactar con casi todos los españoles que se encuentran en la región de Ladakh. El departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos confirmó que un grupo de 30 españoles está en Leh a la espera de la evacuación. Alguno, incluso, colabora voluntariamente con los equipos de rescate. Asimismo informó que otra treintena de españoles están incomunicados por tierra en el valle de Lamayuru, pero están en perfecto estado y cuentan con víveres suficientes.

Ayer regresaron a Galdácano (Vizcaya) siete de los montañeros que participaban en una excusión de la localidad que se vio atrapada por las riadas en la india. Según explicaron, aunque no temieron por sus vidas, vivieron momentos «muy duros» e «intensos» en los que la población, «que había perdido todo, solo tenía gestos para ayudarnos».

La riada les sorprendió en un hotel. Los propios ciudadanos fueron quienes les facilitaron teléfonos móviles con los que contactaron con España. Pedro Airzana, explicó que «eran las vacaciones de nuestra vida», para las que se habían preparado durante siete meses, porque «ir al Himalaya era el no va más». Ahora, en pequeños grupos, han comenzado a llegar a España. En India han dejado material y alimentos con el que poder ayudar a los afectados.

Según las autoridades, unas 25.000 personas han sufrido la devastación producida por las lluvias.

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) aseguró, cinco días después de la tragedia, que pese a los «retos logísticos» ha empezado a proporcionar ayuda humanitaria -como sábanas, jabón, aperos de cocina, ropa o lonas- a 2.000 de las familias «más vulnerables». «Estamos examinando las necesidades médicas y movilizando nuestros recursos para satisfacer estas necesidades tan pronto como sea posible», dijo en un comunicado MSF.

La organización está coordinando su acción con otras ONG locales y con Save the Children, y se propone distribuir ayuda también en el vecino y militarizado distrito de Kargil, donde se halla la carretera que lleva al conflictivo valle musulmán de Cachemira. El jefe del consejo de local de Ladakh, cuya capital es Leh, Chering Dorjay, confió en recibir fondos del Gobierno para reconstruir la zona y describió el drama al que se enfrentan los lugareños durante los próximos meses.