La constructora prepara una reunión para continuar con los trabajos en el mar
PUERTO REAL. Actualizado: GuardarEmpleados de la oficina del grupo Masa, empresa subcontratada para los trabajos del puente en la orilla de Cádiz, confirmaron ayer que se encuentran pendientes de mantener en los próximos días una reunión con «los responsables de Dragados» para fijar el calendario de reinicio de la obra. Su competencia abarca hasta la pila 12, que se asienta en plena Bahía. Era uno de los últimos reductos de faena. Los retoques en este pilar, con los que se pretendía «dejar la obra cerrada por el momento», también quedaron detenidos. El último operario de mantenimiento en la zona de la capital hace ya bastantes jornadas que recibió la liquidación. Los andamios seguían ayer montados junto a las grandes estructuras del puente y varios cajones se apilaban en Río San Pedro.
De la desoladora visión inicial se pasa ahora a un resquicio de esperanza. El operario de una excavadora espera en su interior, en la parte más cercana a la barriada del Río San Pedro, a que se le encargue faena. «Por lo pronto me han llamado para seguir en el tajo», confirmó ayer mientras llegaban a la zona algunos coches de la obra. Unos metros más adelante asoman los primeros indicios de que la vuelta a la actividad está cercana. Apenas tres trabajadores de Dragados (dos operarios y un encargado) se afanan en preparar en el suelo unos bloques de hormigón que servirán como apoyos sobre los que empezarán a posarse las nuevas piezas metálicas sobre las que se asentarán los tableros.
La labor ha quedado en la mínima expresión: uno maneja los mandos de la grúa, otro se encarga de enganchar los bloques y el tercero coordina. Cuando todo vuelva a la normalidad, se tratará de prolongar las dovelas hasta la conexión con el «estribo», nombre técnico con el que se conoce a la variante del Río San Pedro, recientemente abierta a la circulación. En el ambiente sobrevuela la confirmación de que la obra se reanuda la semana que viene. Algunos capataces aseguran que reactivar la obra tardará un mínimo de diez días «ya que hay que traer de nuevo maquinaria y hacer contratos a los obreros». Todo está a punto para volver al tajo.