«Mi misión no es buscar culpables, sino encontrar soluciones»
Rafael Guerrero Comisario de la archicofradía de la ColumnaEl ex prior de Servitas toma las riendas de la cofradía con ganas de solucionar el conflicto entre los hermanos y el director espiritual:: la voz
CÁDIZ. Actualizado: GuardarSe estrena como comisario de una hermandad. Y comienza fuerte, en le seno de una cofradía con unos conflictos que parecen infranqueables. Sin embargo, Rafael Guerrero, miembro de la Permanente del Consejo y antiguo prior de Servitas, afronta su cargo con optimismo. Confía en que la solución está cerca y sólo es cuestión de acercar posturas. Su nombramiento lo pilló con un pie de vacaciones. Ahora vuelve de ellas con las ganas de encontrar una solución a la cofradía de Columna «lo antes posible».
-¿Con qué ánimos afronta el comisariado de Columna?
-Pues con mucho ánimo, buena voluntad y la intención de poder conseguir un grupo de hermanos que se hagan cargo de la cofradía dentro el periodo que tenemos establecido para ello. Mi intención no es participar en la administración de la cofradía si no conseguir un grupo que se encargue de ello en el tiempo establecido, el 30 de noviembre. Espero que antes de esa fecha esté cerrado el problema. A nosotros nos queda organizar los cultos a la Virgen en septiembre en los que queremos que se denote el apoyo del Obispado a la hermandad.
-¿Ha tenido tiempo de ponerse al día durante el tiempo que ha estado fuera?
-Lo que ha ocurrido es que mi nombramiento se produjo a escasos días de mi salida de vacaciones. Ya no podía aplazarla porque la tenía cerrada desde diciembre. Por eso, estuve en contacto con el padre Enrique Arroyo -director espiritual de Columna- como con algunos miembros de la junta de gobierno. Y me parece que hay muchas ganas de trabajar. Han existido sus problemas y yo por supuesto no vengo a buscar culpables ni responsables. Vengo a mirar hacia adelante. Lo que hay que hacer es encauzar esa relación que pueda existir entre el director espiritual y los hermanos de la cofradía para que se pueda segur adelante.
-La situación de Columna es muy complicada, ¿cómo piensa estabilizarla?
-Hablando y escuchando mucho. Lo primero que hice tras mi nombramiento es reunirme con los hermanos y escuchar sus problemas. No estamos en una situación en la que la cofradía esté dividida como se han dado en otros casos, si no que hay que escuchar y allanar las dificultades que me cuentan.
-¿Qué le parece la carta de los hermanos mayores al obispo?
-Me parece muy respetuosa. La inquietud que ellos manifestaban por la situación de Columna es sana. Lo que no hubiera estado bien es que hubieran lanzado algún ataque. Se transmite una inquietud por unos hermanos suyos que se encuentran en una situación delicada. Eso es bonito, es fraternidad. Es uno de los pilares básicos que, como servitas, me han enseñado. Que se de esa fraternidad entre el resto de los hermanos con Columna me parece que es hermoso, que estén con ellos y se sientan que no están solos.
-Muchos cofrades apuntan al director espiritual como responsable, ¿qué opina usted de eso?
Mi misión no es buscar culpables, es encontrar soluciones. No voy a analizar quien ha actuado mejor o peor. Eso solo lo puede valorar el que está arriba.
-¿Es difícil llegar a un clima de colaboración con el director espiritual y los hermanos?
-Yo he tenido contacto con Enrique Arroyo desde mi cargo de responsable de Semana Santa en el Consejo Local de Hermandades y mi relación con él siempre ha sido cordial. En cuanto al tema de Columna, lo primero que hice es reunirme con él porque me parecía que era lo lógico. Hablé con él y con Luis Benítez -ex hermano mayor de Columna- el mismo día. Puede haber malos entendidos, algún problema de relación pero no creo que haya imposibilidad de llegar a una solución.
-¿Es, entonces, un problema que no va a costar mucho solucionar?
-Ojalá. Sobre todo, porque tras hablar con Benítez y alguno de los miembros de su junta he visto que hay un ánimo de trabajar. Quizás para que se ánimo se lleve a efecto hay que pulir algunas diferencias, pero no son irreconciliables.
-Tres juntas con un final abrupto ¿Tienen esperanzas en encontrar a 11 personas para una próxima?
Mi miedo era siempre que no hubiera personas que se hicieran cargo de la hermandad. Sin embargo, mis primeras sensaciones son buenas porque hay buenas personas. No le voy a decir nombres todavía pero he escuchado y he hablado con personas con muchas ganas de dar el paso adelante.
-¿Tiene alguien en mente para que lidere el grupo?
-Liderar, quizás no. Tengo en mente personas que sé que pueden estar al servicio de la hermandad para trabajar. Ahora habrá que buscar entre ellas quién puede ser el líder. Después de este periplo quizás sea el momento de hacer una catarsis entre todos: hermandad, Secretariado, Consejo y Obispado. Vamos a buscar nuevas formas en el que nos basemos en principios cristianos. Y para eso creo que existen personas muy válidas.