Hallan 620 kilos de hachís ocultos en un camión de cebollas en el muelle de Cádiz

El camión cargado de cebollas, procedente de Marruecos, podría haber pasado desapercibido en el muelle de Cádiz, que comparado con el mastodóntico puerto de Algeciras donde recalan los buques de todo el Mediterráneo, parece tranquilo e inofensivo.

Sin embargo, los guardias civiles especializados en la vigilancia de Aduanas que trabajan en puerto gaditano tienen ya callo en descubrir mercancías sospechosas. Veteranos en la vigilancia de lo que entra y sale de la capital, algunos llevan casi 40 años echando al traste, sobre todo, los pases de tabaco de contrabando procedente de Canarias.

Ayer, uno de estos viejos sabuesos del muelle, con varias décadas de experiencias a sus espaldas, se anotó, a punto de jubilarse, un nuevo tanto a su largo expediente de intervenciones: descubrió que algo no era normal en aquel envío de cebollas que llegaba de Marruecos y acertó.

En el camión iba oculto uno de los mayores alijos de hachís intervenidos en el puerto en los últimos años, con más de 620 kilos de polen de cannabis, ocultos en pastillas de un kilo en un aparatoso doble fondo practicado en los laterales del trailer.

El sistema utilizado era tan complejo que llegó a sorprender incluso a los más veteranos del equipo Fiscal de la Benemérita en el muelle, acostumbrados a todo. «En sus más de 40 años de servicio nunca se había topado con un sistema tan ingenioso de ocultación», reconocía ayer la nota de prensa con la que el Instituto Armado dio ayer a conocer la operación.

De hecho, los agentes de la Benemérita y de Vigilancia Aduanera -que actuaron de manera conjunta- tuvieron que emplearse a fondo durante toda la mañana de ayer para extraer la droga del camión intervenido, hasta sumar los 620 kilos encontrados. No en vano, según la nota de la Guardia Civil, podría hallarse aún más droga en otros compartimentos. La operación se ha saldado además con la detención del conductor del camión, H. E. O, un ciudadano marroquí de 41 años.

Este alijo deja en evidencia que el puerto gaditano, habituado a la tranquilidad en lo que al decomiso de estupefacientes se refiere, tampoco es ajeno a las organizaciones de narcotráfico, que en los últimos años han utilizado sobre todo el vecino puerto de Algeciras como puerta de entrada en Europa de la cocaína sudamericana, aprovechando la actividad frenética de contenedores que pasan por este puerto. Además, el muelle algecireño soporta a diario un intenso flujo de viajeros que utilizan el ferry desde Marruecos, donde a menudo se descubren también pequeñas partidas de hachís ocultas en vehículos o adosadas en el cuerpo de los mismos usuarios del barco. Ayer, sin ir más lejos, la Guardia Civil de la Comandancia algecireña daba a conocer la detención de doce personas y la intervención de 102 kilos de cannabis, descubiertos tanto en el puerto algecireño como en el cercano de Tarifa.