Economia

La economía recaerá este trimestre

Los expertos aconsejan profundizar en la reforma laboral y en la reestructuración de las cajas de ahorro El servicio de estudios del BBVA prevé un retroceso del PIB «transitorio y limitado»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Aún queda desierto por atravesar. El servicio de estudios de BBVA, que ya pronosticó un descenso del Producto Interior Bruto del 0,6% como media de este año, el doble de la tasa que mantiene el Gobierno, concreta ahora sus proyecciones y anticipa que la economía española «podría volver a contraerse en el tercer trimestre de 2010». La caída será «transitoria y limitada», y su intensidad, inferior a las registradas durante 2008 y 2009. Entre las causas, menciona las incertidumbres y la volatilidad de los mercados financieros, algo atenuadas por los resultados de las pruebas de solvencia bancarias, y añade «los ajustes en curso», los mismos que debieran devolver la confianza en la economía.

Los expertos de BBVA Research coinciden con el Banco de España en su análisis del primer semestre, el primero de repunte, tras año y medio de recesión. En su opinión, los rasgos que definen la coyuntura española siguen siendo la debilidad de la demanda nacional y del empleo, junto a la fortaleza de las exportaciones. Incluso apuntan que, de proseguir el ímpetu de las ventas al exterior y la reacción positiva de los mercados observada en las últimas semanas, y siempre que el proceso de reformas estructurales no decaiga, «la recuperación podría ser algo más rápida». Con todo, mantienen la proyección de un débil pulso económico para 2011, con un crecimiento de apenas el 0,7% del Producto Interior Bruto, poco más de la mitad de la estimación del Gobierno.

Los autores del informe aplauden el proceso de reformas, pero detectan carencias. Opinan que el real decreto que introduce cambios en el mercado de trabajo constituye un «avance relevante», pero alertan de que «podría no ser suficiente». Para lograr la creación de empleo y la reducción de la temporalidad, argumentan, es preciso «reducir totalmente la incertidumbre sobre la procedencia del despido objetivo o sobre las condiciones del descuelgue salarial». En otras palabras, abogan por una clarificación, para que ciudadanos y empresas conozcan con exactitud «el alcance de los cambios» y por un «seguimiento continuo» de la reforma.

En el sector del crédito, los expertos advierten de que el proceso de reestructuración «debe seguir avanzando», para conseguir que las entidades sean viables a largo plazo y se establezca un terreno de juego neutral en el que esté garantizada la competencia «en igualdad de condiciones». Recuerdan que, si bien las pruebas de solvencia debieran eliminar la mayor parte de las incertidumbres, el escenario económico en que bancos y cajas desarrollan su actividad todavía presenta un futuro incierto. Y según sus cálculos, los ajustes ya en marcha conllevarán una reducción del 3% de la plantilla y del 5% de las sucursales, «un nivel de consolidación que se muestra todavía insuficiente».

Las reformas del sector financiero es, a su juicio, el adecuado. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) es un soporte para las instituciones necesitadas de aumentar su capital, y la reciente modificación de la ley de Cajas de Ahorro «ha llegado en un momento muy oportuno» al posibilitar nuevas vías de captación de capital privado y permitir al FROB acudir, en circunstancias excepcionales, al rescate de entidades individuales con necesidades claras de recapitalización.

Los expertos concluyen que a la economía española aún le quedan «asignaturas pendientes». Las medidas adoptadas para reducir el déficit público son oportunas, enjuician, pero sus resultados no serán tan rápidos como estima el Gobierno y los números rojos de las administraciones públicas se quedarán en el 9,6% del PIB este año (frente al 9,3% que prevé el Ejecutivo) y en el 6,6% de esa magnitud en 2011 (seis décimas por encima del objetivo oficial). Por añadidura, el servicio de estudios de BBVA insiste en que «la credibilidad de las cuentas públicas a medio plazo tiene que ser consolidada con medidas que aseguren la sostenibilidad del sistema de pensiones».

Por el lado de los ingresos, el informe considera que el sistema impositivo español es «suficientemente progresivo» comparado con Europa y apunta que futuros cambios debieran elevar la tributación indirecta y reducir la carga sobre los ingresos y beneficios de los hogares y las empresas. Y sugieren someter a discusión la posibilidad de introducir mecanismos de financiación alternativos, como el copago selectivo en sanidad y educación.

También evocan los autores del estudio económico, la persistencia de un déficit energético que continúa siendo una carga para las necesidades de financiación externa de la economía española. A su vez, el informe demanda la necesidad de una mayor liberalización para los servicios intensivos en mano de obra que no se están viendo afectados en estos momentos por la crisis.