Los dos finalistas, el ruso (i) y el finlandés (d), antes del trágico desenlace en el mundial de sauna. :: EFE
Sociedad

Morir escaldado

El campeonato mundial de sauna termina en tragedia al fallecer uno de sus finalistas, tras soportar 110 grados durante seis minutos

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Vladimir Ladizhensky pagó con la vida su espíritu competitivo. Ruso y sexagenario, quería ser el ganador del torneo internacional de sauna que cada año se celebra en Finlandia y que acabó en tragedia. Forzó tanto que acabó escaldado y en el otro barrio, con la epidermis hecha jirones y el tracto respiratorio abrasado. Era uno de los dos únicos finalistas de la inusual competición concebida para celebrar una práctica en teoría más que saludable y que se tonó letal. Seis minutos bastaron para rendir la vida de Ladizhensky ante las altísimas temperaturas que alcanzó la cabina donde se desarrollaba la final. El competidor ruso se había encerrado como dios le trajo al mundo en el pequeño recinto enmaderado, -'bastu' en lengua suomi-, con el otro finalista, un finlandés muy experto en estas lides. El reto, aguantar a 110 grados centígrados el mayor tiempo posible.

Decenas de competidores habían sido eliminados en las fases anteriores del concurso. Los dos contendientes buscaban la corona en una inefable competencia con mucho predicamento en Finlandia, donde la sauna es tan popular como la paella en España. Habían transcurrido seis minutos de la final cuando los jueces se percataron de que algo iba mal y se aprestaron a sacar de la sauna a Ladizhensky y a su competidor, el finlandés Timo Kaukonen.

Tanto el finado ciudadano ruso como su rival habían perdido el conocimiento en el infierno de vapor en el que eligieron libremente encerrarse. Fueron conducidos con urgencia al hospital de la ciudad de Lathi.

Ladizhensky falleció al poco de ingresar en el centro hospitalario, mientras que Kaukonen, de 40 años y campeón del concurso en cinco ocasiones, sufre quemaduras tanto en el exterior como en el interior de su cuerpo. Se encuentra hospitalizado y en manos de unos médicos que tratan de salvarle la vida.

Los organizadores trataron de proteger la intimidad de Ladizhensky en los últimos momentos de su vida ocultándolo con una lona. Pero los fotógrafos captaron unas espeluznantes imágenes.

Tendido en el suelo, sin sentido y con la piel hervida y en colgajos a pocos minutos de entregar la vida. A falta de los análisis forenses, se apuntó que Ladizhensky, tercero en la edición de 2009, pudo sufrir un ictus en el interior de la sauna .

Los organizadores aseguran que cumplieron todos los requisitos de de seguridad y que había suficiente personal de asistencia médica para atender a los concursantes. Unos competidores que deben certificado médicamente su buen estado de salud al inscribirse. Un requisito que cumplieron ambos finalistas, según Ossi Arvela, máxima responsable de la fatal competición quien se mostró consternada por la tragedia.

La policía puso en marcha una investigación en al que colaboran los responsables de la organización.

Eliminatoria

El concurso se celebra desde hace 11 años en la ciudad de Heinola. Es una prueba eliminatoria en al que este año se inscribieron más de 130 competidores de quince nacionalidades.

Hasta las semifinales llegaron seis hombre y seis mujeres en busca de los límites de la resistencia humana. Los ganadores de las últimas ediciones aguataron 12 y 19 minutos en la sauna , con temperaturas por encima de los 100 grados. En la cabina que en esta edición se tornó fatal, cada treinta segundos se arroja medio litro de agua fría sobre las piedras hirvientes, lo que genera el vapor que incendia el ambiente y genera una humedad extrema.

Para muchos es un concurso absurdo y que no volverá a celebrase, según declaró Saija Jappinen, responsable de cultura del ayuntamiento de Heinola, una pequeña localidad situada a unos 140 kilómetros al noreste de Helsinki. «Tras este incidente hemos decidido que el juego se ha terminado».