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La joya maltratada del patrimonio
CC OO denuncia el estado de abandono del conjunto y la precariedad de la plantilla, que sigue con problemas de cobro La Atalaya carece de vigilancia y las riquezas que alberga tampoco tienen seguro
JEREZ. Actualizado: GuardarEl Museo de La Atalaya es uno de los emblemas culturales jerezanos que, a pesar de su indiscutible valor, se encuentra en un segundo plano eclipsado por patrimonios a los que se les da mayor publicidad y sobreviviendo a duras penas con unos déficits imposibles de ocultar.
La Fundación Andrés de Ribera, que gestiona el complejo cuyo patronazgo comparten a medias el Ayuntamiento de Jerez y la Diputación de Cádiz, cuenta con una docena de trabajadores que tienen serios problemas para cobrar a final de mes y cuyo escaso presupuesto llega al punto de que las instalaciones carecen de vigilancia y lo que ellas albergan tampoco está asegurado contra robos o cualquier otro percance.
Una situación límite que el secretario local de Comisiones Obreras, José Manuel Trillo, ha vuelto a denunciar explicando sin pelos en la lengua lo que sucede con este conjunto museístico. «No hay ningún tipo de seguridad y cualquier caco se puede llevar algo. Ni siquiera de noche hay vigilancia y ahí hay millones guardados, relojes que no tienen precio y cuadros de mucho valor, además de utensilios de plata. Es una auténtica irresponsabilidad. Cuando pase algo los culpables serán el Ayuntamiento y la Diputación al 50%».
Como relató, el recinto no dispone de seguro ni tan siquiera para los eventos, pues en casos como celebraciones de bodas son los novios los que lo incluyen y tienen que pagar una parte correspondiente, pues el recinto no se responsabiliza de lo que pueda ocurrir. «El seguro de los trabajadores tampoco se paga, y éste es un tema muy delicado porque si para septiembre la situación sigue igual y no se paga ni a Hacienda ni a la Seguridad Social, empezarán a embargar todo el dinero que entre».
Según Trillo, si esto se hace realidad el ingreso de cualquier evento que se realice irá dirigido directamente a saldar la deuda con la Administración, con lo que «los trabajadores no cobrarían ni un duro». Por no percibir, tampoco han ingresado la nómina de julio ni la paga extra, como insiste el sindicalista, ni existe un compromiso de que vaya a producirse a corto plazo. «Todo el mundo está de vacaciones y nadie responde, es duro pero es así. La Administración lo debería dejar todo arreglado. Hay trabajadores que no tienen ni para comer y pagar sus trampas, pero los políticos están muy bien tomando el sol».
Por ello, Trillo advierte de que «se acabó la tregua» y tras este mes de descanso en septiembre CC OO abrirá otro nuevo frente y organizará movilizaciones para que los responsables den una respuesta definitiva para la plantilla y la conservación y el mantenimiento de este enclave.