Ciudadanos

El plan B de los 'quemados' por las brasas

El centro también tuvo su domingo de Trofeo y sirvió de refugio para los que se decantaron por las terrazas, el paseo y las tapas sin arena Muchos gaditanos optaron por una noche «más tranquila», lejos de la concentración de La Victoria

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Que Cádiz tiene muchas caras es algo sobradamente demostrado. Ayer domingo el pulso de la ciudad fue diferente, más pausado, casi inerte. A mediodía en las calles del casco histórico apenas había gaditanos, y los turistas de origen nacional (de Madrid y País Vasco mayoritariamente), eran multitud.

En las plazas y locales de hostelería se presagiaba que la noche sería larga. Los amantes de la tranquilidad, los planes alternativos y las barras de los bares semivacías se mostraban encantados. «Aquí se está mejor que en la playa llena de gente», aseguraba David Alcázar, que avanzaba que su opción estaría muy lejos de La Victoria la noche del domingo.

En La Plaza de la Catedral el ambiente era algo más animado. Grupos de niños jugaban ajenos a lo que se gestaba a pocos kilómetros, y en la plaza San Juan de Dios, la animación era similar a la de cualquier domingo.

«Las barbacoas no son lo que eran antes. Yo, desde luego, no pienso pisarlas. Prefiero quedarme aquí sentadito, con mi cerveza como si fuera una noche normal». Carlos Inchausti, que se encontraba junto a su amigo «del alma» José Luis García, tenía claro horas antes del inicio de la conmemoración, lo que haría cuando cayese la noche.

Vinito y almendras

A pocos metros de este grupo tan 'gadita', varias mujeres de edad avanzada reclamaban su cuota de protagonismo. «Esta noche la playa es mejor no pisarla. Yo el domingo me iré a mi casa, me tomaré mi vinito y unas almendritas y estaré estupendamente», aseguraba Pilar Rincón. Su amiga María Pinazo opinaba de forma similar. «Los chavales son los que van a esas cosas. Nosotras preferimos algo más cómodo al fresquito», aseguraba.

En general el ambiente del otro Cádiz confirmaba durante las horas previas al inicio de la celebración del Trofeo Carranza que las barbacoas han perdido empuje y atractivo entre los gaditanos.

«Es normal que el Ayuntamiento quiera controlar el evento», aseguraba Olatz Miranda, natural de Rentería, que pasa junto a unos amigos unos días de vacaciones en la provincia.

Esa opinión también es compartida por muchos lugareños. La Plaza de Las Flores, Columela, Novena o Ancha eran calles desiertas por la tarde. Algún visitante despistado preguntaba la razón por la que la gente reservaba sitio en la playa como si fuese a venir una avalancha de bañistas.

La respuesta era obvia. Aunque aún no se conocía a ciencia cierta la afluencia que registraría La Victoria en su noche más larga, otra gaditana, Inmaculada Carabela, anunciaba su intención de quedarse «bien lejos» del epicentro de la bacanal de carne y alcohol.

«Prefiero salir con mi marido y mis hijos a tomarme una cerveza. Otros años hemos ido, pero éste, al celebrarse en domingo, no lo haremos», apuntaba. Y es que el levante, los pinchitos y el carbón desafiaron anoche al sosiego dominical y el ambiente chill-out de algunos locales. El combate era impredecible, y el resultado final dependerá de a quién se le pregunte hoy lunes.