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Uribe demanda a Chávez ante La Haya
Acentúa las diferencias con Venezuela horas antes de ceder la presidencia colombiana a Santos
Actualizado: GuardarLas tensas relaciones que ya arrastraban Colombia y Venezuela no tocarán fondo de la mano del presidente saliente Álvaro Uribe. Todo lo contrario. El de Bogotá, en una de sus últimas decisiones antes de ceder el poder a manos de Juan Manuel Santos, anunció ayer que ha denunciado a Hugo Chávez ante la Corte Penal Internacional por «violación de los derechos humanos». La noticia se producía escasas horas antes del solemne acto de investidura del nuevo Jefe de Gobierno de Bogotá y, en un primer momento, ha mermado las esperanzas de una pronta reconciliación entre las dos naciones después de que el líder boliviariano diera los primeros pasos hacia la mejora de las relaciones.
El abogado de Uribe, Jaime Granados, explicó ayer en declaraciones a la emisora RCN que había enviado una denuncia ante el Tribunal Penal Internacional contra Chávez. «Efectivamente, remití a la sede de la Haya, al despacho del fiscal general de esa institución, el doctor Luis Moreno Ocampo, la denuncia correspondiente y esperamos que tome acción», precisó.
Asimismo, el letrado añadió que ha elevado a Washington, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, «una demanda a efectos de lograr la reparación frente a las gravísimas situaciones que se han cometido» en Venezuela. Las violaciones alegadas se sustentan la supuesta presencia de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en suelo venezolano.
Uribe ataca con estos dos recursos al Gobierno de Caracas desde todos los frentes posibles. «Se trata de una denuncia contra el jefe del Estado, persona natural, Hugo Chávez, ante la CPI, con fundamento en el Tratado de Roma, y la otra es una demanda ante la República Bolivariana de Venezuela», aclaró Granados. Tanto la demanda como la denuncia parten de la hipótesis de que los guerrilleros desplazados en el país vecino aprovechan su presencia en Caracas para preparar acciones terroristas que llevan a cabo contra la población colombiana.
Sin embargo, la postura del presidente saliente contrasta con la última decisión de Chávez, quien ha optado por que su ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, asista a la toma de posesión de Santos. La decisión del jefe de Gobierno de Venezuela fue interpretada favorablemente por ser un gesto próximo a la búsqueda de entendimiento entre ambos países. La actitud de Chávez marca un punto de inflexión desde que Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Colombia el pasado 22 julio por las acusaciones vertidas por Bogotá ante la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la presencia de bandas armadas en tierras bolivarianas.
Sin respuestas a Uribe
Maduro, por su parte, no hizo alusión alguna a la decisión de Uribe ni a los enfrentamientos que han hecho peligrar la amistad entre ambas regiones. Por el contrario, expresó la total satisfacción de su país hacia Colombia por la oportunidad de acudir al traspaso de mando. «A nombre del presidente Chávez, del pueblo de Venezuela, en este día de patria queremos agradecer a todo el pueblo de Colombia por esta oportunidad y llamar a que la construyamos de manera cuidadosa», expresó.
Los intentos de reconciliación de Chávez con Colombia se hicieron igualmente visibles antes de entrevistarse con el líder brasileño, Luis Inazio Lula da Silva, quien ha llevado una «misión» a Bogotá. En ese marco, el presidente venezolano se mostró «muy optimista» en torno a la mejora de las relaciones. Las numerosas presiones de los empresarios caraqueños hacia el líder bolivariano pueden haber abonado el camino hacia la normalización de los lazos con Colombia, que es el principal destinatario de sus exportaciones.
Mientras tanto, Uribe ha sellado su paso por el poder con la clara determinación de castigar las acciones de su antagonista venezolano. Su decisión se comenzó a desarrollar desde el pasado 22 de julio, tras una reunión a puerta cerrada entre el mandatario colombiano y el Fiscal General, Guillermo Mendoza Diago. El mismo día que Caracas rompía los vínculos con Bogotá, el Ejecutivo de Caracas valoraba la idea de llevar ante el CPI las mismas pruebas que presentó ante la OEA. Mendoza recibió del Gobierno una carpeta con documentos en la que se probaba la presencia de tres jefes de las FARC en el país vecino. Los informes fueron evaluados cuidadosamente por una comisión especial.