Contrabando, clonación y sobornos
Un juez investiga a dos empresas de Madrid que falsificaban los partes para enviar repuestos de aviones a Irán pese al embargo
MADRID. Actualizado: GuardarLa rigidez de los controles sobre la exportación de armas no solo ha mejorado la seguridad comercial y ha permitido más transparencia, sino que ha sacado a la luz las actividades delictivas de algunas empresas dedicadas a la producción de material de defensa y tecnología de doble uso (para fines civiles y/o militares).
Un juzgado de instrucción de Madrid tiene abierta una causa desde el verano de 2008 contra dos empresas madrileñas por contrabando de equipos de defensa al Gobierno iraní, pese al embargo decretado por Naciones Unidas. Se trata de una empresa familiar, Winter Aircraft, ubicada en el barrio madrileño de Delicias.
La compañía llevaban años exportando repuestos de aviones a Irán vía Turquía y vio en el embargo una gran oportunidad para amasar dinero sin cambiar de actividad. A sus cuatro administradores, el juzgado de instrucción número 21 de Madrid les imputa un delito de falsificación documental, según fuentes judiciales.
A raíz de que el juez fue tirando de la manta la investigación deparó nuevas sorpresas. La empresa, una vez le fue retirada la licencia para importar este material desde Estados Unidos con destino a Irán, se dedicó a falsificar repuestos para seguir con el negocio. Para ello contrató los servicios de un pequeño taller de Pinto (Madrid), llamado Martos JJN, que «clonaba» piezas de aviones y helicópteros de combate estadounidenses. Asimismo, creó una red de empresas fantasma para eludir la prohibición impuesta por las autoridades norteamericanas.
Esta colaboración provocó la imputación de los dos administradores del taller de Pinto. Una de ellas, Carmen D. F., declaró ante el juez el pasado marzo. Según fuentes judiciales, en el sumario consta que los empleados de Winter Aircraft se referían a Irán en clave como «el país» y que la red conseguía que el material cruzase de Turquía a Irán gracias a los sobornos a funcionarios de la policía aduanera turca.
Asimismo, el día en el que la Policía registró sus dependencias en el barrio de Delicias halló componentes militares por valor de unos dos millones de euros.