Gurutz Agirresarobe, custodiado por la Ertzaintza, durante el registro de la vivienda de sus padres tras ser detenido. :: IGNACIO PÉREZ
ESPAÑA

La Fiscalía reclama el ingreso en prisión del presunto asesino de Pagaza

Le acusa del asesinato del jefe de la Policía Local de Andoain, tiroteado hace siete años mientras desayunaba en un bar

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Fiscalía de la Audiencia Nacional reclamó ayer al juez Fernando Grande-Marlaska el ingreso en prisión de los dos etarras detenidos el pasado martes por el asesinato, en febrero de 2003, de Joseba Pagazaurtundúa, el entonces jefe de la Policía Local de Andoain (Guipúzcoa) y destacado activista por la paz.

El fiscal Luis Barroso, después de asistir al interrogatorio del presunto autor material del crimen, Gurutz Agirresarobe, y de su posible cómplice y antigua pareja sentimental, Aitziber Ezkerra, pidió a Grande-Marlaska que impute a los sospechosos los delitos de asesinato terrorista e integración en banda armada, por el tiroteo a sangre fría que costó la vida al policía cuando desayunaba en un bar de la población guipuzcoana. Para Ezkerra solicitó que pueda eludir la cárcel con el pago de una fianza.

Los presuntos terroristas fueron detenidos por agentes de la Ertzaintza en la madrugada del pasado martes en sus respectivos domicilios de Hernani (Guipúzcoa), donde han vivido plácidamente durante estos siete años. Agirresarobe y Ezkerra fueron trasladados a las dependencias de la Audiencia Nacional a primera hora de la tarde de ayer y comenzaron a pasar a disposición del juez hacia las 18.00 horas, primero ella -durante unas dos horas- y después él, asistidos por un abogado de oficio al encontrarse en situación de incomunicación.

Tras su detención, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Ares, aseguró que los presuntos miembros de ETA formaban parte de una «célula durmiente» del 'complejo Donosti' de ETA y «seguramente» permanecían inactivos a la espera de recibir nuevas órdenes de la banda para «actuar», como hicieron en 2003 con Pagazartundúa. El juez también investiga si tuvieron alguna participación en la muerte del presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, quien fue asesinado en mayo de 2001 con la misma pistola que mato al jefe de la policía local de Andoain, según las primeras pesquisas policiales.

ADN en la taza

La investigación que llevó a Agirresarobe fue posible gracias a los restos biológicos que el asesino dejó en la taza de café que bebió en la barra del bar 'Daytona' antes de acabar con la vida de Pagazartundúa. El ADN coincidía con la muestra tomada recientemente al acusado dentro de una actuación policial de la Ertzaintza. Los indicios delictivos se vieron reforzados por su aspecto físico, coincidente con la descripción que un testigo hizo del etarra que huyó en un coche en el que le esperaban uno o dos compinches, nada más dejar herido de muerte al sargento de la policía local con un balazo en la cabeza y otros dos en el pecho. Su detención era el final de la paciente comprobación de los restos genéticos de las decenas de terroristas detenidos en Francia y España en los últimos siete años.

En los registros posteriores a sus detenciones, la Ertzaintza supervisó las casas de Agirresarobe y Ezkerra en Hernani, la de los padres del primero y dos lonjas, de donde sacaron diverso material informático y otro tipo de documentación que están en estudio.

La Ertzaintza investigó en Francia los movimientos que había realizado al otro lado de la frontera Gurutz Agirresarobe. El acusado había pasado recientemente al otro lado de la frontera y se había realizado el Camino de Santiago por la Ruta de la Plata.

La Policía Autonómica realizó gestiones en ambos desplazamientos del presunto miembro de la banda, ante el temor de que se tratase de movimientos vinculados con la organización. En el caso del País Vasco-francés, por la obvia presencia de miembros de la banda al otro lado de la frontera.