Economia

Fomento templa su discurso y evita imponer plazos a los controladores

MADRID. Actualizado: Guardar
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La negociación entre Fomento y los controladores aéreos no parece tener rumbo. Los mensajes varían por horas y los protagonistas enseñan y ocultan sus estrategias al calor del último mensaje del 'enemigo'. Si a primera hora de ayer, el presidente de Aena, Juan Lema, advertía al sindicato USCA de que le quedaban apenas 24 horas antes de que el Gobierno promoviera un arbitraje para zanjar el conflicto, a media tarde, la secretaria de Estado de Transportes, Concha Gutiérrez, templaba el ambiente y evitaba hablar de plazos.

Lema explicó que el acuerdo era posible salvo en los aspectos de jornada y salarios, donde Aena no estaba dispuesto a ceder a las pretensiones de USCA. «Si no se llega a un acuerdo hoy y los controladores no aceptan acudir a un tribunal de arbitraje independiente, me temo que anunciarían la huelga, lo que no deseamos», dijo.

El arbitraje anula el paro, ya que el sindicato estaría obligado a renunciar a él. En caso de convocatoria legal de huelga, insinuó Lema, llegaría un arbitraje obligatorio impuesto por el Gobierno y de obligado cumplimiento, justificado por la importancia del tráfico aéreo. Sin embargo, Concha Gutiérrez se mostró dispuesta a «negociar sin límites» y siempre dentro de la mesa negociadora. Una sensible rebaja en el tono de Fomento. Al cierre de esta edición, ambas partes continuaban las negociaciones.

Pérdidas millonarias

El sector del turismo, que ya ha comenzado a sufrir pérdidas millonarias por las cancelaciones de reservas, clama contra los controladores. Una preocupación que ha llegado al palacio de Marivent. Según el presidente Balear, Francesc Antich, el Rey, con el que departió unos minutos, «está muy preocupado por todo aquello que pueda influir para que el tema turístico no vaya como tuviera que ir». Las agencias de viajes exigieron al Gobierno que no ceda ante el «chantaje», mientras las aerolíneas abogaron por la solución arbtitral.

Horas antes, el presidente de USCA, Camilo Cela, y el secretario de comunicación del sindicato, César Cabo, habían presentado en el Ministerio de Fomento una petición formal para que les recibiera José Blanco.

El ministro no tiene demasiado interés en acudir a una 'reunión trampa' de la que los vigilantes del cuielo puedan hacer depender la suerte de la negociación. Cela y Cabo insistieron en la conveniencia de que Blanco les atienda «sólo 45 minutos», y para ello se mostraron dispuestos a viajar «a donde haga falta para no descuadrar la agenda del ministro».