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Obama rejuvenece al Supremo

La progresista Elena Kagan afrontaba anoche su último obstáculo para llegar al tribunal

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Con el apoyo de todos los senadores demócratas menos uno y unos pocos republicanos, Elena Kagan se convirtió ayer a los 50 años en la cuarta mujer en la historia que llega al máximo órgano judicial de Estados Unidos, que hasta entonces sólo tenía dos mujeres entre sus nueve miembros. Una de ellas, Sonia Sotomayor, también le debe el cargo a Barack Obama.

La que fuese la primera decano de Harvard y la primera en servir como fiscal del estado ante el Supremo también altera el equilibrio religioso del tribunal, que por primera vez en la historia se queda sin protestantes. Kagan es judía, como Ruth Bader Ginsburg y Stephen Breyer, mientras que los seis restantes son católicos.

Lo que no cambia es el corte conservador de un órgano con más poder para modelar la sociedad norteamericana del que sueñe ningún presidente. Y es que Kagan reemplaza al juez John Paul Stevens, que no sólo era el único protestante sino el más liberal del grupo. Stevens, de 90 años, ha aguantado estoicamente la era de George W. Bush con la esperanza de que un presidente demócrata le reemplazase para poder jubilarse sin dejar el país en manos de los conservadores, que todavía siguen manteniendo la mayoría en el máxima corte.

Algunos de los casos de reciente polémica que probablemente aterricen pronto ante el Supremo son la ley antiinmigración de Arizona o el reférendum californiano para vetar los matrimonios gays. Por su caracter vitalicio, los jueces del Supremo sobreviven a cualquier presidente y definen la vida del país durante generaciones con decisiones inapelables.

Kagan es también la primera jueza en cuarenta años que llega al puesto sin haber servido previamente en ningún tribunal. Eso le ha permitido dejar poco rastro sobre sus ideas que pudiera ser explotado en los interrogatorios de dieciocho horas y 170.000 páginas analizados antes de que votase toda la cámara.

Pero precisamente por eso algunos han decidido no darle su apoyo. El senador republicano Scott Brown, que sustituye al difunto Ted Kenendy, dijo sentir gran respeto por ella y admirar su «impresionante curriculum», así como «la brillantez y el sentido del humor» que mostró durante su encuentro personal. «La razón es simple: creo que un nominado al Supremo debería haber servido primero en el banquillo. En ausencia de eso, busco muchos años de experiencia práctica en la corte que compense la falta de experiencia judicial. Ningún aula puede reemplazar al tribunal».

Obama cree que con esta decisión consigue que el Supremo esté más cerca del ciudadano de la calle. Pero los más conservadores consideran a Kagan una activista política que lo dividirá. Para ello se basan en su decisión de vetar a los reclutadores del Ejército en el campus de la Universidad de Harvard por la política discrimatoria del Ejército contra los gays. Por su parte, Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial, cree que será una voz de consenso.