Sociedad

Arranca el serial taurino de Vitoria con Ponce y El Juli anunciados dos tardes

Julio Aparicio abre hoy el ciclo al que concurrirán las ganaderías punteras y los mejores nombres del escalafón salvo Morante

VITORIA. Actualizado: Guardar
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La renovación de la feria de Vitoria, que en cosa de tres años ha tenido no poco de vuelta de guante, se ha venido guiando por una razón inefable: el toro. Es decir, selección de ganaderías por nota y cuenta taurina de resultados. Selección de toros dentro de esas ganaderías por exactamente la misma razón. Ponce y El Juli eran fijos antes de la renovación.

Por todo eso, de las cuatro corridas en punta de la feria, la de Victoriano es la que más largos les ha puesto los dientes a todos. Con ella se ha compuesto el cartel más redondo y cerrado de los cinco del abono. Ponce, El Juli y Castella.

Castella empezó el año en son desafiante y con José Tomás metido en la cabeza. Ahora va por libre. Ponce y El Juli repiten. Esa proporción de repeticiones de uno y otro es la mayor de toda la temporada española si se miden nombre y números de un abono de feria. Ponce vuelve a apostar por la corrida de Puerto de San Lorenzo -una de sus dos ganaderías predilectas- y esa tarde se verá acompañado por El Fandi -incandescente pero templado- y Alejandro Talavante, incógnita perpetua porque es, en cuestión de estilo, un torero ecléctico fundido sobre modelos cruzados.La primera de las dos corridas de El Juli será la de Montalvo -el encaste jandilla mejor adaptado al campo de Salamanca- y torear montalvos es como leer a los clásicos. El cartel del día 6 es rigurosamente insólito: Rafaelillo, por delante, y, cerrando, El Cid, que parece haber salido del largo bache en cosa de un mes. Manzanares y Perera, rivales que se evitan por lo que sea, están en la fiesta que abre. Con una atractiva corrida de Cuvillo. Y ahí, en sustitución del lesionado Rivera Ordóñez, un Julio Aparicio se diría que vuelto a nacer porque la cornada de mayo en Madrid.

Pablo Hermoso y Diego Ventura, con Bohórquez por delante, rivalizarán quieran o no en la corrida de rejones . Sólo que esa rivalidad no es tan provocadora como pudiera serlo la de Morante y otro -Morante, la ausencia llamativa de estos carteles-, sino que el caballo tiene la penúltima palabra. La última, siempre el toro.