NUESTRO VERANO

Si paseamos por nuestras calles a cualquier hora del día o de la noche en esta época estival, debemos reconocer que Cádiz sigue de moda. Ver por cualquier parte de la ciudad, sobre todo por el casco antiguo, a grupos de foráneos, extranjeros o nacionales, plano en ristre mirando las construcciones o monumentos se nos está haciendo tan habitual que ya no reparamos en ello. En estas calurosas y pegajosas noches con viento del sur, cuando la fresquita nos invita a salir hasta las tantas, podemos comprobar como las terrazas de la playa, del Pópulo, del Mentidero, de San Francisco o las de la Viña están «empetaitas» de propios y extraños.

Para que una ciudad como la nuestra sea centro de atención de visitantes, además de la oferta hostelera, que es imprescindible, debe ofrecer al visitantes otros atractivos y, sin duda, poco a poco se va consiguiendo. A veces no llueve al gusto de todos pero hay que reconocer que la oferta cultural y de ocio es cada vez mas variada. Para los amantes de nuestra fiesta principal las noches de Carnaval en el Baluarte de la Candelaria son un magnífico atractivo, para los flamencos los jueves de la Peña el Mellizo también y no podemos obviar las múltiples actividades que aparecen todos los días en las agendas de los periódicos. Con toda seguridad lo mas atractivo es la ciudad en si y nuestras magnificas y cuidadas playas pero esta oferta, que sin duda va en aumento, es la que hace de complemento ideal para hacerse atractiva a los visitantes. Que una ciudad como la nuestra aparezca en esta época en las encuestas con un descenso en el índice de paro, es algo que nos debe hacer pensar. Hay aprovechar esta «gallina de huevos de oro» y reconocer que, a falta de nuevas industrias, el turismo puede salvar muchas economías.