BLOQUE

La única alternativa posible -en la actual situación económica del Cádiz- es la construcción de un bloque cohesionado que, a base de habilidad y de trabajo, sea capaz de contrarrestar los múltiples obstáculos con los que va a tropezar en la presente temporada. De momento no se corre el riesgo de que los directivos -explícitos o implícitos-, para animar a una afición cuyo nivel de desaliento es el más bajo de su centenaria vida, se arriesguen a fichar a algunas de esas estrellas que, a pesar de estar de capa caída, decorarían un escenario que, en la actualidad, está demasiado sombrío. Hemos de tener en cuenta, sin embargo, que lograr un equipo equilibrado es una tarea compleja que requiere, al menos, una acertada dirección, unos jugadores adecuados y un dilatado programa de preparación física, técnica y estratégica. Tenemos la impresión de que el primer requisito ya se ha cumplido: el director técnico ha diseñado y realizado un plan que se ajusta al propósito irrenunciable de configurar una plantilla joven dirigida por un técnico realista, perspicaz y clarividente. En los partidos de entrenamiento hemos podido comprobar cómo su objetivo es componer un conjunto en el que sus diferentes componentes se articulen y se muevan con la misma precisión con la que se ajustan las piezas de un artilugio mecánico: pretende lograr que exista entre ellos una sincronía en las acciones defensivas y una sintonía en las estrategias ofensivas. Pero no podemos olvidar que conseguir que cada jugador 'con-juegue' o 'conjugue' sus acciones con los demás compañeros requiere grandes dosis de paciencia y de sacrificio. No crean que existen grandes diferencias con los reiterados ensayos de las orquestas que, por saber leer acertadamente las partituras compuestas por los grandes maestros, suenan de una manera equilibrada, armónica y compensada.