Medio Ambiente reconoce que los vertidos del PTA a un arroyo eran residuales
Los técnicos de Ajemsa localizan una «conexión incorrecta» que enviaba las aguas negras del parque a las tierras de unos agricultores
JEREZ. Actualizado: GuardarLos propietarios de la media docena de fincas por las que transcurre el arroyo D-123-4 cuentan por fin con una explicación para los malos olores que de éste se vienen desprendiendo desde hace más de dos años. «Hemos encontrado que había una conexión incorrecta», reconoció ayer a este medio la delegada de Medio Ambiente, África Becerra. Como consecuencia, las aguas residuales generadas por el Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA) iban a parar de manera directa hasta un arroyo destinado expresamente a la recogida de aguas fluviales, para continuar su pendiente hacia el Salado, y de ahí hasta el Guadalete.
«Tras revisar instalación por instalación todo el parque, para cederle las competencias a la nueva entidad del PTA -formalizada el pasado viernes- se ha visto por dónde puede estar la conexión». La máxima responsable de Medio Ambiente en el Ayuntamiento asevera que el problema ya ha sido solucionado, aunque desconoce desde cuándo puede haberse estado dando.
Sin embargo, según documentación a la que ha tenido acceso LA VOZ, todo indica que su origen parte del 4 de abril de 2008, fecha en que la Comunidad de Regantes del Guadalcacín autorizó a la Delegación de Urbanismo a «la construcción de una obra de fábrica de desagüe de aguas pluviales» del PTA «para poder entroncar dicho desagüe con el cauce de la Comunidad». A ello se accedió con dos condiciones, de las que sólo una ha sido resuelta desde entonces: la construcción de una «escollera de entrada». Pero «la limpieza anual del mencionado cauce» no se ha acometido «nunca» desde entonces, como denuncian los propietarios de la finca colindante.
Análisis
Tras la visita efectuada el pasado 28 de julio por los técnicos de la Agencia Andaluza del Agua, la Delegación cuenta ya con los resultados del análisis de las muestras tomadas al vertido: «La contaminación es mínima». En esta ocasión el test -pese a estar dentro de los márgenes permitidos- ha dado por fin la razón a los propietarios de la finca por la que transcurre el arroyo D-123-4, quienes recibieron como respuesta por parte de Ajemsa cuando denunciaron el caso, la pasada primavera, que eran «aguas de lluvia». La delegada incide en que el caudal del vertido se reduce a 0,05 litros por minuto, algo que no coincide con el testimonio de los afectados: «Te metes y te llega el agua a los tobillos seguro».
Pese a la aparente ausencia de contaminación, desde el pasado viernes un motor se encarga de bombear el agua del estanque del PTA -que según diversas fuentes, conectaba de forma directa con el arroyo- y de dirigirlo a la red de aguas residuales pública. «Se está vaciando todo, desde allí se envía a la depuradora del Guadalete», confirma la edil de Medio Ambiente.
Responsabilidades
«Una vez que se ha localizado el problema, se levantará el acta pertinente a la constructora», relató Becerra. Toda vez que las denuncias de los regantes y de los afectados han tenido ya su efecto, ahora queda recabar culpabilidades: «Esto no puede volver a pasar».