Malos reportes que no acobardan a Michelle Obama

Los malos reportes sobre España de los que advierte el gobierno estadounidense no han influido lo más mínimo en el ánimo de la primera dama, Michelle Obama, para elegir este país como destino vacacional. La esposa del presidente de los Estados Unidos llegará este miércoles -en coincidencia con el 49 cumpleaños de su marido- a la Costa del Sol acompañada de su hija menor, Sasha, para descansar cuatro días. Difícilmente corren riesgos.

La seguridad extrema acompaña siempre a la familia presidencial en sus desplazamientos, así que ni siquiera en el supuesto de que la señora Obama abandonara el lujosísimo hotel de 2.000 metros cuadrados en el que se alojará en Marbella, Villa Padierna, podría ser interceptada por un incauto y despistado policía, ignorante de su identidad. Los guardaespaldas de la Casa Blanca no se andan con chiquitas.

Se supone que la Administración norteamericana ha bloqueado 50 habitaciones de las 180 que posee el edificio, construido al estilo de un palacete de la Toscana italiana, para garantizar la mayor tranquilidad de la renombrada huésped, a quien se espera en la ciudad malagueña con expectación.

España no ha cambiado tanto desde que el cineasta Luis Berlanga ironizara con su 'Bienvenido Mr. Marshall' e hiciera a sus actores cantar aquello de «americanos, os recibimos con alegría». Pero ahora se atreve a hablar en inglés. Carteles de acogida -«Welcome Obama Family. Thank you for choosin Marbella»- engalanan postes publicitarios.

La de la primera dama estadounidense, que tiene previsto visitar La Alhambra, no será en principio una visita accidentada.