Dos trabajadores realizan un despesque, actividad cada vez más demandada. :: C. C.
Ciudadanos

La recuperación de los esteros va ligada a la regeneración ambiental

La vida animal es más diversa en las hectáreas de extracción de sal que en las que están abandonadas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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No hay duda. La Universidad de Cádiz ya lo ha comprobado y puede dar fe de ello. Una salina activa genera mucha más diversidad ambiental que una abandonada. Lo avalan los datos. Si hace unos años quedaban en la salina de la Esperanza tan sólo cinco parejas de chorlitejos. Este año, han contabilizado 120 huevos. Todo ello en la parte derecha, la que está recuperada, mientras que en la izquierda que no está en uso, no se ha observado tal cantidad de huevos, esto se debe a que el sistema controlado de las diferentes partes de una salina permite que no se produzcan inundaciones, de forma que las aves pueden formar sus nidos sin peligro de que estos desaparezcan.

La gran concentración de microalgas e incluso de artemias hace que la diversidad de aves se intensifiquen, claro que no son los únicos animales presentes en una salina. De hecho, los empresarios se han dado cuenta de que existe otra vía de subsistencia para el sector y ya la mayoría oferta la posibilidad de realizar despesques o incluso la organización de eventos que incluya en el menú la degustación de los peces que se encuentran en los esteros.

La variedad es amplia. Desde las lisas a las doradas, el róbalo, el lenguado o la baila, se pueden encontrar entre las especies que suelen habitar en una salina.

El cultivo de peces en el estero sigue el mismo ciclo anual que la salina. Los alevines entran en la zona reservada buscando protección y quedan atrapados cuando, en primavera, las compuertas se cierran. El engorde se produce los siete u ocho meses siguientes en los que el estero permanece cerrado.

Normalmente el despesque tiene lugar en diciembre o enero, aunque lo cierto es que los salineros ya se han dado cuenta de la atracción turística de la actividad y controlan más la entrada de peces en los diferentes compartimentos del agua. De esta manera, hacen un uso sostenible de los peces que contienen en sus salinas, seleccionando aquellos que deben engordar más y diferenciándolos de los que sirven para la reproducción y mantener el ciclo.

Y es que, en el estero se forma una comunidad biológica completa e independiente formada por plancton, algas, invertebrados y peces que se pierden en el momento en el que no se mantiene la instalación y los sedimentos se acumulan y cierran el paso del agua.