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Los hoteles resisten en verano pero el consumo en bares cae en picado
La ocupación de camas ha superado el 80% durante julio y se prevé un leve repunte en agosto
CÁDIZ. Actualizado: GuardarNunca los minibares de los hoteles fueron tan útiles. Refrescos y chocolatinas de postín dejan su hueco a embutidos y latas del ultramarinos más cercano. La crisis aprieta los bolsillos de los turistas de la provincia. Y si hay valor para gastarse los ahorros del año en un hotel, no lo hay para saltarse el presupuesto establecido. Con este panorama, los primeros en caerse de la lista de gastos de los visitantes han sido las empresas de hostelería. Los restaurantes no consiguen igualar las cifras de años anteriores y, a falta de los datos oficiales del mes de julio, las primeras impresiones del sector no son nada halagüeñas.
«Las cifras del alojamiento están evolucionando positivamente. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de la hostelería. Es la gran perjudicada, con la caída de sus ingresos», explicaba ayer el presidente de Horeca, Antonio de María.
Los datos de julio sólo benefician a las empresas hoteleras. En el Novo Sancti Petri la ocupación ronda el 90%, unos resultados similares al del año anterior. En la provincia las cifras sobrepasan el 80% y mejoran en dos puntos los datos de julio de 2009. Tras este leve repunte, se aprecia una tendencia diferente en estos tiempos de crisis. «El turista viaja pero lo hace con un presupuesto cerrado. Todo lo que no pueda abarcar se queda fuera», puntualiza José Luis Macho, presidente de la Asociación de Empresas Turísticas de Cádiz.
Macho no sólo habla de la hostelería, también lo hace del resto de actividades turísticas complementarias. Y es que ellas son otras de las grandes perjudicadas. Las rutas museísticas, teatralizadas o equipamientos turísticos como cámaras oscuras o miradores afrontan «una situación preocupante». Tanto, que Macho reconoce que el jueves se reunió su junta directiva para realizar un estudio en profundidad entre sus 40 empresas asociadas. La reunión permitió a los asociados compartir impresiones y descubrir datos que confirman un mes «bastante flojo». «Un empresario de un parque infantil en Chiclana me confirmaba ayer que ha visto reducidas sus visitas en un 50%», explicaba ayer el presidente de las empresas turísticas.
A falta de las cifras oficiales, Antonio de María animaba a contrastar impresiones con los propios protagonistas, los hosteleros. Y el resultado no es esperanzador. En el Arte Serrano, en el Paseo Marítimo de la capital, reconocían su preocupación por las bajas consumiciones. Una caída que cifraban entre el 6 y 7% que les ha llevado a cerrar un salón durante los días laborables. «Por las noches, las listas de esperas ya no son tal», matizaba ayer con resignación el encargado del restaurante, Fran Renda. «Estamos aguantando el tirón. Se nota que la gente está asustada y viene con lo justo para gastar». Una situación que también confirman en la marisquería Manguita de Chiclana. Juan Manuel Velasco, cocinero del establecimiento, reconocía que «los clientes se van a lo más barato de la carta». Una situación «complicada» que también se traduce en mesas vacías y, con ellas, menos trabajadores.
Menos empleados
Renda lo confirma con una lógica aplastante: «A menos ingresos, menos gastos». Y en un establecimiento de hostelería el recorte empieza por el personal. En junio, 1.591 gaditanos abandonaron las listas del paro. Un 0,96% menos en el que el sector servicios tuvo mucho que decir. Sin embargo, los hosteleros reconocen que este año han contratado a menos personal de refuerzo. En Arte Serrano afrontan el verano con «cinco ó seis trabajadores menos que en años anteriores». Una cifra similar que la de Manguita de Chiclana. El establecimiento ha tenido que prescindir de dos trabajadores en la cocina y de tres personas en la barra y el servicio de las mesas.
Así las cosas tanto José Luis Macho como Antonio de María se muestran cautos a la hora de establecer un pronóstico para el mes de agosto. «Se supone es siempre el de los mejores resultados por lo que intentamos afrontarlo con optimismo», explica Macho. Para Antonio Arcas, del Observatorio del Turismo de la UCA, «agosto es diferente al resto ya que en este mes se vende todo».
Aunque Arcas no es muy amigo de los análisis a la carrera - «es necesario una reflexión profunda»- reconoce que las bajas cifras de la hostelería «se veían venir por las circunstancias del entorno». Sin embargo, como reza el refrán, a río revuelto ganancia de pescadores. Y en estos primeros días del verano, los pescadores ha sido la hostelería de comida rápida y los ultramarinos, como matiza Arcas. En definitiva, todos aquellos que contribuyen a llenar los socorridos minibares de los hoteles.