Cuestión de perspectiva
Actualizado: GuardarHace unos días pasé una tarde maravillosa que además me proporcionó estas reflexiones que ahora comparto. Desde que nací, y pronto cumpliré el medio siglo, vivo en mi ciudad, Cádiz. Incontables las veces que he podido recorrer sus calles, avenidas y plazas y ver sus casas, edificios, monumentos, iglesias. Sin embargo, en esta ocasión fue distinto, muy diferente: la vi desde el mar. En un pequeño catamarán, mis amigas y yo, embarcamos para mirar la puesta de sol. ¡Cuánto disfruté, agradecí y aprendí en esos 70 minutos! Aún el sol calentando y con una suave brisa, mientras el barquito se desplazaba por el mar en calma, aparecieron ante mi vista los edificios, las iglesias, los parques y paseos que bordean mi ciudad, y tomé conciencia de que era como si fuera la primera vez que los viera. ¡Parecían que habían cambiado de sitio! Desde el mar, la distancia, el espacio, me daban otra visión de lo conocido. Todo era la realidad, igual que siempre y estaba en su sitio, sin embargo parecía distinto y colocado en otro lugar, ¡cuestión de perspectiva! Y la puesta de sol. ¡simplemente espectacular! Me embargaba la emoción de tanta grandeza. ¿Qué se necesita verdaderamente para disfrutar, apreciar, agradecer? Actitud y perspectiva. Darnos cuenta de lo que somos y tenemos en nuestra vida, pero que no valoramos, apreciamos ni agradecemos porque lo damos por hecho. Nos fijamos, en cambio, en lo que nos falta, en lo que no tenemos o podemos conseguir en ese momento. No llores porque el sol se ocultó o tus lágrimas no te dejarán ver las estrellas. Aprecia, disfruta, agradece. Todo es ¡cuestión de perspectiva!
ana novo.