ESPAÑA

Los cooperantes catalanes cumplen ocho meses de secuestro en Mauritania

El Ejecutivo pide prudencia y paciencia ante una negociación compleja, pero insiste en que los prisioneros están bien de salud

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno mantiene activados todos los contactos y negociaciones para tratar de liberar a los dos cooperantes catalanes capturados en Mauritania cuando ayer se cumplían ya ocho meses de su secuestro. Responsables de Asuntos Exteriores y agentes de inteligencia han tejido durante meses una red de relaciones y gestiones al máximo nivel con gobiernos y líderes políticos de la zona, en especial con los de Mauritania y Malí, así como con intermediarios que tienen posibilidad de acceso a los secuestradores. Fuentes del Ejecutivo insisten en el mensaje de prudencia y paciencia ante unas negociaciones muy complicadas, pero aclaran que las informaciones con las que cuentan señalan que Albert Vilalta y Roque Pascual se encuentran bien.

Desde que Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) confirmara el asesinato del ciudadano francés Michel Germaneau, la preocupación de las familias de los cooperantes españoles secuestrados por la organización terrorista el pasado 29 de noviembre han ido en aumento y la inquietud se ha acrecentado con la llegada del aniversario del rapto.

Roque Pasqual, Albert Vilalta y Alicia Gámez -está última liberada el pasado 10 de marzo- fueron secuestrados cuando se dirigían a Dakar en una caravana humanitaria que transportaba ayuda a diferentes países de África. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, lanzó hace una semana un mensaje de tranquilidad cuando aclaró que la célula que mantiene secuestrados a los dos españoles es diferente a la que retenía al ciudadano francés asesinado, con lo que dio a entender que el incidente no tiene por qué tener una repercusión en la seguridad de los cooperantes barceloneses.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, insistió esta semana en que el Gobierno sigue trabajando con «determinación» y con «compromiso» para conseguir la liberación de los dos españoles. El jefe de la diplomacia española, sin embargo, no se atrevió a opinar sobre si el asesinato de Germaneau podría complicar la situación. La ejecución del prisionero del país vecino se produjo un día después de que soldados del ejército mauritano llevara a cabo una operación militar contra una base de AQMI en el desierto del Sáhara, con la ayuda de militares de elite franceses, que se saldó con la muerte de seis miembros de la organización terrorista. Tras la ejecución de Germeneau, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, aseguró que su muerte no quedaría impune, por lo que la posibilidad de una nueva intervención francesa añade aún una mayor inestabilidad a la negociación que mantienen España por la liberación de los dos cooperantes.