Tienta de reses en la finca asidonense de Los Alburejos. La imagen se tomó ayer. :: J. C. CORCHADO
TOROS

Estoconazo a la ganadería de lidia provincial

Cádiz y Sevilla son las provincias andaluzas que más ganado bravo venden en Cataluña El Parlamento catalán veta los festejos y pone en jaque al sector gaditano de reses bravas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El mundo del toro se encuentra revuelto con la decisión del Parlamento Catalán. Desde el próximo 1 de enero de 2012 no se podrán lidiar astados en esta comunidad autónoma, como ya sucede en Canarias. Un total de 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones han provocado que los festejos taurinos en la Monumental de Barcelona tengan los días contados.

La decisión ha caído como un jarro de agua fría en la provincia, que cuenta con 32 ganaderías y mueve algo más de once millones de euros. Se trata de una de las zonas de España con más tradición ganadera de reses bravas. Cataluña celebró el año pasado dieciséis corridas de toros y Cádiz, junto con Sevilla, son las provincias que más toros vendieron en esa comunidad autónoma. Los ganaderos tendrán que «buscar ahora otros mercados para colocar sus reses», destaca Salvador García, del hierro de Cebada Gago. De momento, resulta complicado cuantificar los efectos económicos que la medida política tendrá sobre dichas ganaderías gaditanas. García tiene claro que «a la larga se irán perdiendo puestos de trabajo», algo que temen que pudiera ampliarse si esta corriente antitaurina se extiende.

Los criadores del toro bravo señalan que el acuerdo no tiene nada que ver con la organización de los festejos en sí mismo, sino que se trata de una decisión «para borrar uno de los símbolos de España como ya sucediera con los muñecos flamencos o la enseñanza del castellano», destaca Álvaro Núñez del Cuvillo. Como prueba de ello recuerda que «no se han prohibido los 'correbous' porque sí que están muy arraigados en la cultura catalana». El ganadero también critica el papel del PSOE, que «no existe como partido y mientras en Andalucía apoyan la fiesta, en Cataluña algunos votan en contra de ella».

Ricardo Gallardo, de Fuente Ymbro, considera que la fiesta de los toros «paga los platos rotos del antiespañolismo, para lo que se ha utilizado a este animal como cabeza de turco». No obstante, al igual que la mayoría de los ganaderos, consideró que en otras comunidades no se seguirá el camino catalán porque «tanto en el País Vasco como en el Norte o en Levante, Andalucía, Castilla, Madrid o Extremadura hay un arraigo tremendo de la fiesta».

El ganadero Santiago Domecq va más allá de lo que considera una «decisión política contra España» y asegura que «el mundo del toro debe aprender a defenderse más y mejor». Domecq recuerda que se ha perdido una de las plazas más importantes de España y una de las comunidades más taurinas por lo que entiende que «la gente que queremos a la Fiesta Nacional debemos de unirnos en torno a la Mesa del Toro para defenderla».

A las cuestiones económicas, los ganaderos añaden otras medioambientales. Ellos recuerdan que un total de 540.000 hectáreas en toda España se destinan a este fin. En el caso de Cádiz se encuentra entre ellas un gran número de dehesas de alcornoques y encinas de un alto valor ecológico y que no tienen otro rendimiento que el de ser el espacio donde se cría el toro bravo.Por último, los ganaderos lamentan que aunque la medida provenga de una iniciativa popular, los legisladores «hayan decidido imponer esta prohibición, atentando contra las libertades de las personas que quieran disfrutar con esta celebración», apunta Salvador García. Añadiendo que «esto es tan sencillo como que el que quiera ir a una corrida que vaya y el que no quiera ir que no lo haga y que las plazas sólo sobrevivan si existe ese público que demanda la fiesta».

El empresario taurino Pedro Balañá, propietario de la plaza Monumental de Barcelona y de la de Jerez, ha asegurado por su parte que prohibir las corridas de toros es «una limitación a la libertad individual y empresarial». Además, ha anunciado, tal y como ya comunicó en una comparecencia en el Parlamento de Cataluña que «iniciará un plan de actuación para reclamar «aquello que legalmente» le corresponda».

Dentro de unos días, el 1 de agosto, la Monumental volverá a celebrar una nueva corrida de toros en la que participará el diestro jerezano Juan José Padilla, junto a Curro Díaz y Miguel Tendero. Padilla se ha mostrado «muy triste» por esta decisión y ha anunciado que «algo haremos ese día en el ruedo porque tenemos que defendernos, ya que nos vemos en una situación vergonzosa». Además, ha querido acordarse de todas aquellas personas que perderán su trabajo como banderilleros, personal de plaza, transportistas, ganaderos, etc.

El rejoneador Álvaro Domecq recordaba ayer, muy afectado, sus 120 corridas en la plaza de toros barcelonesa. «Con la gran afición que existe en Cataluña yo nunca me hubiera esperado una decisión de este tipo», afirmó.

Los aficionados Blas Molina y Manuel Muñoz lamentaban ayer la decisión y destacaban que es una medida política.