Dos orejas de poca monta
Un par de faenas macizas y redondas a otros tantos ejemplares de El Pilar se quedaron sin premio
SANTANDER. Actualizado: GuardarSigue la fiesta en Santander. Diversión aunque no en el mejor sentido de la palabra, pues faltan argumentos en el ruedo para justificar los triunfos. Hasta ahora, no es broma, las únicas orejas concedidas con equilibrio y sensatez son la del novillero Mario Alcalde y las que paseó el rejoneador Diego Ventura.
Las demás, pura engañifa, incluida la que paseó Leandro en el tercero de la tarde después de una faena que apenas dejó huella. No fue malo el toro, pero no estuvo el torero en las circunstancias debidas. No se acopló. Series demasiado cortas y la mayoría de los pases muy tropezados. Es cierto que aún yendo el toro muy humillado, por abajo, al final del muletazo tiraba un derrote.
Leandro lo toreó muy rápido y se dejó enganchar mucho, desarme incluido. La sensación fue de no haber podido. Tras la estocada, el animal tiró de bravura para ir a morir a los medios. La oreja que paseó Leandro denota que en Santander , más que partidarios, tiene sobre todo muchos amigos.
Aunque uno que con el que no hace migas el vallisoletano es el presidente. Pues resulta incongruente que le dejara sin trofeo en el sexto después de cuajar una faena seria y maciza. Toro bravo y torero muy capaz. Las series por la derecha tuvieron mucha verdad por estética y ajuste. Hubo también cosas notables al natural. Y corolario muy a modo con abaniqueo y el consabido invertido.
Nobleza
La estocada si acaso no fue perfecta de ejecución ni colocación. Pero había pañuelos de sobra en la petición, muchos más que en otros trofeos graciosamente concedidos. No se entiende la actitud del «palco» cuando aquí lo tenía más fácil que nunca para justificar «la orejitis» que padece.
También El Juli se llevó una oreja, por fin, al cabo de cuatro toros que ha matado esta feria de Santander . Fue en el cuarto, segundo de su lote, un toro al que le costaba ir, y sobre todo repetir.
El Juli se la puso (la muleta) y fue tirando del animal en pases de uno en uno. Basó lo fundamental en el pitón izquierdo. Y luego «el parón». Circulares invertidos y por delante. Hubo más «efectos especiales» que otra cosa, pero aún así fue faena más consistente que la que ya se había premiado anteriormente de «Leandro».
En el que abrió plaza, toro viejo -a punto de cumplir seis años- y mal hecho, con genio, revoltoso y sin clase, cortito de embestida, 'Juli' estuvo sólo en las apariencias, sin acoplarse.
Bien Castella en su primero. Muy suficiente y arrogante desde el primer muletazo por el pitón derecho, en el que basó la faena, incluso cuando acortó distancias para torear en un espacio muy reducido. Toro noble, con el que el torero estuvo muy a gusto. Sólo le faltó contundencia al matar, pero sorprendió también la falta de pañuelos en demanda de trofeo. Y ya no le cogió Castella el aire al buen quinto, en el que destacó sólo en la apertura de faena, en dos pendulazos y un cambio por detrás emotivos, pero sin continuidad. Series cortas, perdiendo muchos pasos, sin reposo ni poso.