María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy, durante la reunión de ayer del Comité Ejecutivo Federal del PP. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy pospone a septiembre la decisión sobre las candidaturas de Camps y Cascos

El presidente del PP critica al Gobierno por no informar sobre los movimientos de presos de ETA

MADRID. Actualizado: Guardar
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La dirección nacional del PP comienza sus vacaciones de verano sin hacer todos los deberes. Las tareas más ingratas o que pueden suscitar polémica las posponen hasta septiembre. María Dolores de Cospedal informó ayer, tras la reunión del comité ejecutivo del PP, de que la decisión sobre si Francisco Camps o Francisco Álvarez Cascos serán candidatos por Valencia y Asturias, respectivamente, no se adoptará -o al menos no se hará pública- hasta que se reanude la actividad parlamentaria. El PP había anunciado que se conocerían todos sus candidatos a las elecciones autonómicas de 2011 en el otoño de 2009. Sin embargo, las denuncias judiciales en unos casos y las luchas de poder interno, en otros, han retrasado más de un año este importante trámite. De momento, solo hay una designación oficial, Luisa Fernanda Rudi por Aragón, y otras dos oficiosas, Esperanza Aguirre por Madrid y la propia María Dolores de Cospedal como cabeza de lista en Castilla-La Mancha.

Pese a ello, Cospedal comentó que todas las encuestas que manejaban su partido constataban un «ascenso» en intención de voto e, incluso apuntaban a un aumento de apoyos en las comunidades autónomas donde gobierna el PP en la actualidad.

Los periodistas preguntaron a Cospedal por los casos concretos de la Comunidad Valenciana y Asturias. Sobre la decisión de relevar a aquellos altos cargos o dirigentes imputados en procesos penales, respondió: «El PP confía en la Justicia y esperará a que la Justicia se pronuncie». En cuanto al tema de la nominación de Cascos, la secretaria general del PP declaró que «el problema no lo había generado el PP» nacional. En cuanto a si el ex vicepresidente del Gobierno será o no el cabeza de cartel, apostilló que el número uno por esa comunidad autónoma lo decidirá el PP de Asturias en coordinación con Génova. La próxima reunión de la dirección del PP será el 6 de septiembre en Santiago de Compostela, donde se establecerá el calendario y las actividades del partido para el último cuatrimestre del año, incluida la designación de candidatos.

Mariano Rajoy, que mantendrá su agenda de actos de partido hasta bien entrado el mes de agosto, analizó ante el comité ejecutivo -con más ausencias que las de costumbre- los siete meses del curso político que acaba de concluir y fue muy crítico con algunas decisiones del Ejecutivo socialista. El terrorismo, ausente del rifirrafe diario desde hace meses, vuelve a primera línea política.

El líder del PP aseguró que había exigido al Gobierno una explicación por la política de acercamiento de presos y de reinserción de arrepentidos de la banda terrorista ETA «y no nos han respondido». Los populares volverán a comunicar al ministro del Interior la necesidad de que justifiquen esta actitud «más allá» de su legalidad.

María Dolores de Cospedal recordó los pilares básicos sobre los que se sustenta el acuerdo de gobierno entre socialistas y populares en el País Vasco, que son: «Que el Gobierno no vuelva a negociar con ETA y, lo que es más importante, el fin de ETA».

Política social

Cospedal, por otra parte, lamentó la falta de credibilidad, confianza y prestigio del Gobierno socialista y de su presidente. «El auténtico test de estrés lo tenía que haber pasado el Gobierno con su política económica porque éste es el auténtico problema que tienen en España las entidades financieras», aseguró. La número dos del PP, en la misma línea del discurso que ofreció el lunes Rajoy en los cursos de verano de El Escorial, hurgó en la herida del giro «antisocial» que ha dado el Ejecutivo socialista y destacó que Zapatero había acabado «con el tópico de que el PSOE es el partido de la política social». Un análisis que justificó «en que la ausencia de Rodríguez Zapatero en Rodiezmo, ya anunciada, supone el finiquito de su política social».

El adelanto electoral también planeó en el cónclave de fin de curso de los dirigentes populares. Cospedal afirmó que lo peor que le puede ocurrir a España y a los españoles es «seguir así con un Gobierno que sólo genera dudas, incertidumbres y desconfianza». A su juicio, éste es «el Gobierno del desgobierno» porque carece de credibilidad, confianza, prestigio y autoridad.

Por todo ello, el Partido Popular destaca la necesidad de que España cuente con un auténtico plan de gobierno que tenga como objetivo primero y fundamental la creación de empleo.