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Desmantelan la red que provocó la muerte de diez inmigrantes en el Estrecho hace un año
La Guardia Civil ha detenido a seis miembros de la trama afincados en España y ha imputado a otros tres en Marruecos
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa Guardia Civil de Cádiz ha asestado un duro golpe a las mafias de tráfico de personas que operan en el Estrecho de Gibraltar, al detener a los supuestos responsables de uno de los mayores naufragios de patera ocurridos en las costas de Cádiz, en las que murieron diez personas y desaparecieron otra decena. Con ello, se da por desarticulada una de las redes de trata de seres humanos que operan entre España y Marruecos. Aquel trágico suceso tuvo lugar el pasado 29 de junio de 2009, bajo la luz intermitente del Faro de Trafalgar, en la playa de Zahora, cuando una barca de siete metros de eslora zozobró ante el cabo de Trafalgar después de un viaje por mar de casi 200 kilómetros, procedente de Kenitra (Marruecos).
En aquella ocasión no fue el oleaje lo que los lanzó al mar y la muerte, como en tantos otros naufragios en la costa gaditana. De hecho, según informaron fuentes de la Benemérita en su día, algunos de los muertos fueron empujados directamente por la borda por las mismas personas que los habían embarcado una noche antes, a cambio de unos 1.400 euros.
Durante la pelea, el patrón de la barca realizó una maniobra equivocada que provocó que la inestable barca -de apenas siete metros de eslora-, volcara, arrojando a las rocas del cabo Trafalgar a los más de treinta inmigrantes de origen magrebí que se hacinaban a bordo. Sólo 15 personas pudieron ser rescatadas con vida. Otras diez fueron halladas muertas, escupidas por las olas en la playa.
Ahora, un año y medio después, la Guardia Civil ha dado a conocer la detención de los supuestos responsables de estos diez homicidios, integrantes de la red mafiosa que fletó aquella endeble patera de madera e hierros. En total han sido detenidas seis personas y se ha imputado a otras tres, a uno y otro lado del Estrecho.
Tres de estas personas fueron arrestados en junio de 2009 como supuestos jefe de la expedición y controladores, al ser identificados entre los tripulantes que salvaron la vida, señalados por el resto de supervivientes. Además, los agentes determinaron que uno de los fallecidos era quien dirigía el timón del motor fueraborda cuando la barquilla volcó y quien produjo el accidente. La Guardia Civil de Cádiz, sin embargo, no se satisfizo con estas detenciones y comenzó una investigación (bautizada 'operación Patera 7') que ha permitido llegar hasta el resto de piezas de esta trama de tráfico de personas, que además de organizar viajes homicidas por el mar, mantenían a los inmigrantes en un estado de semiesclavitud en España, hacinados en pisos inmundos y explotados laboralmente en trabajos ilegales y precarios. De hecho, la Benemérita tiene previsto investigar también a las empresas española que dieron trabajo sin contrato a los inmigrantes. La Guardia Civil relaciona además la banda con las redes de tráfico de hachís entre Cádiz y Marruecos.
De Cádiz a Murcia
Después de un año de investigación, la operación ha concluido esta misma semana cuando se ha arrestado en Murcia y Sevilla a los tres últimos miembros de la organización, que se encargaban supuestamente del traslado de los inmigrantes en furgonetas cuando llegaban a la costa, y de encontrarles los trabajos precarios.
Según fuentes de la investigación, las primeras pesquisas se tendieron en torno a las personas que reclamaron el cuerpo del patero fallecido poco después del accidente, ya que resultó sospechoso que los familiares de un náufrago viajaran en lujosos coches y vistieran trajes de marca, cuando reclamaban el cadáver de una persona que trataba de cruzar el Estrecho en tan precarias condiciones. De hecho, según las mismas fuentes, el supuesto cabecilla de la trama es hermano de aquel piloto muerto.
A pesar de todo, uno de los mayores logros de esta operación radica en que parte de las detenciones han tenido lugar en Marruecos, gracias al apoyo de las autoridades alauítas, donde se ha identificado e imputado a tres de los supuestos miembros de la trama que organizaban el viaje desde allí y cobraban a los tripulantes -unos 1.500 euros por persona-. Al menos uno de ellos ya se encontraba en una prisión marroquí por delitos de narcotráfico.
Según fuentes de la investigación, la red contaba con vendedores ambulantes que recorrían los pueblos de Marruecos captando a las personas que deseaban llegar a Europa, por lo que cobraban cuantiosas comisiones. Los 'clientes' de la trama eran trasladados entonces, en un primer viaje por barco a través del río Bu Regreg, hasta la capital marroquí de Rabat, donde debían aguardar en una vivienda a que el número de tripulantes fuese suficiente para la organización. La embarcación que naufragó en junio de 2009, sin embargo, partió desde la cercana ciudad de Kenitra, situada a 53 kilómetros, donde embarcaron rumbo a España. Su objetivo era Murcia, donde la Guardia Civil de Cádiz, en colaboración con los efectivos de la comandancia murciana, ha registrado al menos dos pisos que la organización utilizaba como vivienda para los inmigrantes, y donde se encontró a tres personas en situación irregular.
Denunciados por homicidio
Aparte de los supuestos delitos contra el derecho de los trabajadores y trata de seres humanos, la Guardia Civil ha imputado a los detenidos las muertes de las 10 personas cuyos cadáveres se rescataron, y que pudieron ser repatriados a Marruecos para ser enterrados gracias a las labores de identificación de la Guardia Civil por el ADN. Una labor difícil de llevar a cabo, debido a la descomposición de algunos cuerpos y la dificultad de encontrar familiares. De hecho, los agentes de la comandancia de Cádiz viajaron hasta Tánger para localizar y tomar rasgos genéticos a los familiares de los fallecidos, que pudieron dar sepultura finalmente en sus países.