Chiclana

Las obras del Museo del Vino y la Sal empezarán antes de que acabe este año

El recinto tendrá un restaurante y una tienda de souvenirs, en la que se podrán degustar y vender los caldos de la localidad

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Ya tiene fecha. Y hay hemerotecas. Según afirmaron ayer fuentes municipales, las obras para la construcción del futuro Museo del Vino y la Sal, que se ubicará en pleno corazón de la localidad, darán comienzo antes de que finalice 2010. Estos trabajos cuentan ya con un anteproyecto realizado por el arquitecto Anselmo Sánchez de la Campa. En materia económica, su coste estará sufragado en una primera partida por 150.000 euros procedentes del Plan Proteja.

La obra de adecuación del espacio expositivo tiene un presupuesto de algo más de 700.000 euros, y en él tendrán cabida las tradiciones de la localidad, como lo son la producción vinícola y de sal.

Las previsiones son que este segundo museo municipal, tras el Museo Briones que se inaugura precisamente en la jornada de mañana miércoles, cuente con dos plantas bien diferenciadas.

En la planta baja se encontrará el espacio dedicado al vino, además del vestíbulo, sala multidisciplinar y una sala central donde se colocarán las piezas de mayor tamaño. Los espacios estarán divididos por temáticas, partiendo de los elementos primarios y esenciales para que se den en Chiclana unos caldos de reconocido prestigio.

Los nombres de las salas estarán acorde con sus contenidos (el sol, la tierra, la viña, la vendimia, la bodega, la solera, el fino y la sacristía).

Por su parte, en la primera planta se hallará el espacio destinado a la sal, que sigue el mismo patrón que la planta baja: la dedicación de cada sala a un elemento esencial de la producción salinera. Las salas serán: La luna, el mar, el caño, la salina, el estero, el despesque, los cristalizadores, la tajería, la sal de la vida y el montón. Entre los apartados más sobresalientes destaca la creación de una pirámide de sal que será visitable.

Según explicó ayer el alcalde de la localidad, José María Román, a los representantes del tejido socioeconómico chiclanero, en el museo se conjugarán elementos tradicionales con las nuevas tecnologías, que buscarán sorprender al visitante con imágenes impactantes o con recursos inesperados.

Vertiente comercial

La mayor parte del trabajo será desarrollado por empresas y particulares de Chiclana, dado que el Consistorio ha optado por no encargar el grueso de las actuaciones a una firma exterior.

El museo también tendrá incorporado un bar-restaurante y una pequeña tienda de recuerdos. Aunque solo es un primer proyecto, ya ha habido empresas del sector de la hostelería que se han interesado por la explotación del bar-restaurante, dado su magnífica situación en el centro de la localidad, con el reclamo, además, de estar incorporado a un edificio moderno y emblemático.

El concurso para la concesión de la explotación tanto de bar-restaurante como de la tienda de recuerdos no tiene fecha todavía, pero queda descartado que sea a lo largo de este mismo año.

Dado que uno de los principales objetivos del Museo del Vino y la Sal será potenciar ambos sectores en la localidad, el Consistorio ha anunciado que en la tienda solo podrán venderse caldos locales, suministrados por las bodegas de la localidad. Además, y en general, en todo el museo habrá información de las propias instalaciones bodegueras e indicaciones de utilidad para su visita dirigida a los turistas.