Economia

Solo un banco griego y otro alemán suspenden el examen en el resto de Europa

El aprobado casi general ha sido posible gracias a las ayudas financieras de los Gobierno al sector

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El tan esperado ejercicio de striptease bancario europeo, que los jefes de Estado o de gobierno de la Unión Europea (UE) aceptaron realizar y hacer público durante la pasada cumbre de junio para acabar con las dudas de los mercados sobre la solvencia del sistema financiero europeo, se saldó ayer con unos resultados globales positivos, en los que sólo siete instituciones, el Hypo Real Estate alemán, el Banco Agrícola griego (ATE), y las españolas Cajasur y otras cuatro agrupaciones de cajas de ahorro muestran necesidades adicionales de capitalización para hacer frente a crisis de grandes proporciones.

Las comprobaciones de la capacidad bancaria europea para sobrevivir a situaciones adversas han alcanzado a 91 instituciones financieras, que representan el 65% de los activos europeos del sector. Han sido ejecutadas por 20 autoridades nacionales de supervisión y comprometen un horizonte de dos años, hasta finales de 2011. El Comité de Supervisores Europeos, que hacía público el balance global (pero no los datos nacionales, que correspondía publicitar a cada país e institución), explicaba que el agujero detectado en esas siete instituciones alcanza los 3.500 millones, pero la cifra no fue desglosada. El sistema financiero, en su conjunto, perdería 566 millones durante 2010 y 2011 en el peor de los escenarios posibles, pero sobreviviría a la crisis.

Los supervisores nacionales han simulado diferentes escenarios teóricos, con dificultades de índole diferente, para intentar comprender cuáles serían las reacciones de las instituciones financieras. Se trataba de verificar si los bancos comprendidos en el test, el 85% de los existentes, serían capaces de capear el temporal o se verían abocados a la quiebra. Se trata de simulaciones realizadas sobre ordenador, alimentadas con un número de variables extraordinariamente alto. El peor escenario posible contemplaba choques en el mercado de créditos y otras situaciones adversas, incluidas crisis de deuda soberana. «Se trata de escenarios del tipo 'que pasaría si.' que reflejan circunstancias muy severas, de materialización poco probable en la realidad», decía la Comisión Europea.

Transparencia

El ejercicio de transparencia invocado por la cumbre que ordenó los test, y por las instituciones que los ejecutaron y publicitaron, no alcanzó a la interpretación de los resultados, de los que no existía, al cierre de esta edición, una visión global. Los desgloses procedían de las declaraciones nacionales de situación, que fueron sucediéndose ayer por la tarde. La carencia resultó particularmente llamativa en la Comisión europea, que se limitó a emitir un comunicado conjunto con el Banco Central Europeo y el Comité de Supervisores Bancarios de la UE. En él, los firmantes se felicitan por los resultados y por la publicidad que han recibido. Ni una sola voz autorizada pudo ser interpelada por la razón de tantas felicitaciones ahora, cuando hace un año los test de resistencia a los que se sometió al sistema financiero europeo quedaron en secreto por expreso deseo de las mismas autoridades que ayer se decían tan satisfechas. «El resultado de los test confirma la capacidad global de resistencia del sistema a choques financieros y macroeconómicos y constituyen un paso delante de gran importancia en la restauración de la confianza en los mercados», manifestaba el comunicado.

El sumario de resultados hecho público por el Comité de Supervisores señala que los siete bancos que han mostrado fragilidad verían deteriorarse sus ratios de capital por debajo del 6% en el índice agregado Tier 1, que es la medida habitualmente utilizada para determinar la capacidad de resistencia a los choques financieros de una entidadbancaria. Todos los bancos sometidos a regulación en Europa deben respetar una ratio de capital para el agregado Tier 1 del 4% como mínimo.

El porcentaje del 6% utilizado en estos test de resistencia, más severo que el reglamentario, «ha sido utilizado como estándar a los solos efectos de este ejercicio de test de resistencia», decía el Comité Europeo de Supervisores Bancarios, institución que señala que los resultados cosechados contemplan el mantenimiento de las ayudas estatales a 38 instituciones, que están cifradas en 197.000 millones.