¿El Puente está parado?

Cádiz asiste absorto y embelesado al enorme debate filosófico que tiene lugar entre dos grandes del género: Pizarro, más de la cuerda de Heráclito y por tanto acérrimo defensor de que todo es movimiento y nada se para, y menos que nada las obras públicas, y De la Encina, más de la escuela de Parménides y por ello defensor de que todo está parado y que en realidad el aparente movimiento existente, sobre todo en torno a la obra del Puente, no es más que producto del engaño de los sentidos.

Si hasta ahora era pacífico en la doctrina afirmar que parar una obra consistía en dejar de trabajar en ella, habrá que convenir que Pizarro no miente, pues existe constancia fehaciente de que en el Puente están trabajando una decena de personas. Pero si como afirma De la Encina una obra se paraliza cuando no cumple los objetivos fijados, habrá que darle la razón a este último. En fin, tremenda disputa entre estos dos titanes, merecedora de un debate en La Noria a los que tan aficionado es el Gran Jefe Blanco.

Por otra parte, según Pizarro - discípulo de Heráclito y de Chaves- la obra sólo se ha ralentizado, es decir, que aunque desde hace dos meses nadie va a al tajo en el Puente, y ello podría llevarnos a la apresurada conclusión de que la obra está parada, resulta que no está paralizada, porque una obra pública nunca se para, sólo se ralentiza.

Parece ser que la razón por la que la obra está ralentizada, sin estar ni parada ni paralizada, es porque Fomento y Dragados negocian una nueva planificación temporal de la misma, y claro es una ordinariez trabajar al tiempo que se negocia, por lo que como la continuación de estas obras, no paralizadas, está pendiente de unos flecos que se resolverán en septiembre, y una vez resueltos, con unas cosas y con otras, ya se volverá al tajo, que nunca se ha parado, en octubre. Ergo, cuatro meses por seis millones al mes, son 24 millones de recorte para 2010. Pero que quede claro que aunque la obra concluirá en 2014, aquí no se ha parado nada.