La rebelión de las varas doradas
A través de un escrito, firmado por todas las cofradías, instan al Consejo a aclarar los problemas de Columna Los hermanos mayores piden a Martín José García una audiencia con el obispo
CÁDIZ. Actualizado: GuardarComo la humareda que se levanta cuando el servicio de paso se excede con la dosis de incienso. Así se encuentran los mentideros cofrades ante el revuelo que ha despertado la dimisión del hermano mayor de Columna, Luis Benítez, y de su junta. Los motivos concretos de la partida -derivada por las desavenencias con el director espiritual de la institución, Enrique Arroyo- y la situación actual de la cofradía han despertado múltiples especulaciones. Sin embargo, los hermanos mayores están dispuestos a atajar los rumores y, en una medida sin precedentes, se han unido para reclamar a Martín José García, presidente del Consejo de Cofradías, una audiencia con el obispo, Antonio Ceballos.
Un encuentro destinado a dejar posturas claras y a transmitir a la curia un mensaje de unidad y preocupación con los últimos acontecimientos ocurridos en el seno de Columna -que han llevado al tercer abandono de una junta de gobierno en los últimos años-. Para ello, los hermanos mayores se reunieron el pasado miércoles por la tarde en la calle Cobos en un encuentro informal. Según ha podido saber este periódico, la reunión contó con un 80% de asistencia y en ella se dio forma a una carta que llegará hoy a su destino y en la que se insta a Martín José García a que pida audiencia con el obispo. Los cofrades mostraron su preocupación en torno a los problemas que mantienen la casa de hermandad de Columna cerrada a cal y canto y su actividad en un letargo que se alarga desde los primeros días del verano. La carta fue suscrita por todos los asistentes a la reunión. El resto de hermanos mayores delegaron sus funciones o firmaron la carta a posteriori. De hecho, durante la noche del miércoles y el día de ayer terminaron de firmar el escrito la mayor parte de los responsables de las corporaciones. A pesar de los movimientos, los hermanos mayores consultados ayer mostraron especial interés en transmitir un mensaje de calma y mesura. «Lo único que queremos es saber qué es lo que pasa en San Antonio. El problema es saber de dónde sacan la nueva junta, si ya es difícil en condiciones normales, más en esta situación». Con esta claridad se expresó Ramón Velázquez, hermano mayor de Afligidos. Y es que Velázquez sabe de lo que habla. Hace cinco años su hermandad atravesó «un sendero por el desierto» con una crisis interna que obligó al Secretariado a nombrar a un comisario que se hiciera cargo de la cofradía, un destino que, previsiblemente, afrontará en breve Columna.
«Es necesario que el obispo ponga a cada uno en su sitio y arregle ya la situación», puntualizó Velázquez. Una sensación compartida con mayor o menor fuerza por los hermanos participantes en la reunión. Los responsables de las corporaciones confían en que en esta ocasión no se produzca el temido decreto que ya ocurrió con la anterior crisis de Columna, en la que se impedía a todos los hermanos mayores hablar sobre la cuestión. «Esta vez eso no ocurrirá. En esta ocasión tenemos una unidad que no tuvimos en aquel momento», matiza un participante de la inédita reunión del pasado miércoles.