Opinion

Destrucción costera

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Hace unos días Greenpeace ha agitado nuestras lasas conciencias a favor de la preservación del medio ambiente con la publicación de su informe 'Destrucción a toda costa 2010', en el que se destaca la destrucción imparable de la costa en España, como consecuencia de una excesiva urbanización. En concreto, en Andalucía esta construcción sin freno ha llegado al 59% del litoral. Si seguimos así, dentro de poco no quedará un centímetro de costa de uso público, como consecuencia de la presión de la industria turística o constructora.

En cuanto a Cádiz, no es de las provincias andaluzas costeras peor paradas, posiblemente gracias a las servidumbres militares. Al contrario, en 2007 con 28.000 viviendas proyectadas, era la que menos construcciones planeaba, a mucha distancia de las 320.000 de Almería o las 154.00 de Málaga e, incluso, de las 126.0000 de Huelva. No obstante, no es este un motivo de alegría, pues sí se han cometido algunos desmanes y nuestras playas, en otro tiempo atractivas por ser prácticamente vírgenes, notan el constante ajetreo de grúas y los proyectos de rellenarlas de cemento. En el informe se dan muchos ejemplos de ello y destaca la comparación que hace de Chiclana con Marbella (paradigma de la corrupción) en cuanto que la localidad gaditana supera a la malagueña en el deshonroso récord de viviendas ilegales construidas. También resalta los procesos judiciales de Chipiona y Puerto Santa María por la concesión de licencias en suelo no urbanizables o contra urbanizaciones ilegales, mientras se siguen proyectando más viviendas. Pero no son estos los únicos municipios en los que según los ecologistas se manifiesta el acoso inmobiliario; pues en el informe se señala a Puerto Real por la actuación de las Aletas, San Fernando por las torres de la Casería, Barbate por la urbanización del cabo Trafalgar, Vejer por la del Palmar, Tarifa por la destrucción de sus pinares y Zahara por el desarrollo de Atlanterra. Nos previenen además de una amenaza latente, como son los 60 campos de golf que en 2004 se preveían para la provincia de Cádiz.

Podemos suponer que en el informe del próximo año incluirán las recientes tropelías que se han cometido en la provincia en los últimos meses, como ese hotel ilegal en Zahora.