La atleta jerezana se encuentra en los últimos días de preparación para el Europeo de Barcelona. :: J. C. CORCHADO
LA PRÓRROGA

«No podría pasar sin el atletismo»

Tras alzarse con el título nacional, la jerezana Mercedes Chilla ultima la preparación del Europeo

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Mercedes chilla sabe que está en su mejor momento deportivo. Después de conquistar su octavo título nacional, la lanzadora de jabalina apunta con fuerza al Europeo de Barcelona. No obstante, su éxito no es puntual. La trayectoria de la atleta transparenta una carrera de lucha, perseverancia y superación personal.

-Vuelve a ser campeona de España. ¿Se mantiene la misma ilusión que la primera vez?

-Sí, aunque cada año se siente una cosa distinta. En este perseguía más buscar buenas sensaciones de cara al Europeo. El título sí, está bien, pero la motivación va por otro lado, no va en competir. Está en buscar buenas sensaciones y en lanzar bien.

-Desde su primer récord en el 2000 hasta los 64,07 metros que consiguió en Avilés el pasado 13 de junio, que además la sitúan en la quinta mejor marca europea y en la sexta del año, ¿Qué ha cambiado en usted como deportista?

-Ha cambiado todo. Cuando empiezas nunca piensas que te vas a dedicar a esto de forma profesional, y menos al atletismo, que es un deporte que por desgracia aquí en España no tiene mucho tirón. Creo que he madurado como persona, como atleta, como lanzadora de jabalina, y a nivel competitivo también. En el primer torneo que tuve a nivel internacional no dormí en una semana, y cuando llegué tenía los nervios hechos polvo. Ahora casi no pienso en la competición hasta que no entro en la pista. Evolucionas porque no te queda otra, de eso se trata la experiencia también.

-Empezó en la jabalina a los 15 años, después de probar deportes como el baloncesto y el balonmano, ¿Qué tenía diferente?

-En realidad yo empecé haciendo peso. El atletismo me gustaba más, y estaba más a gusto con el grupo de entrenamiento. Hubo un año en el que estuve haciendo baloncesto, balonmano y atletismo a la vez, y al final claro, no podía.

-Lleva desde el 2000 haciendo historia en la jabalina, ¿Cómo es pisar terreno desconocido durante tanto tiempo? ¿Se encuentran muchos contras?

-En este tiempo creo que el peor momento que viví fue cuando cerraron Chapín, y estuvimos entrenando debajo de un puente. Íbamos al parque de la feria y hacíamos los saltos y las carreras. Fue el peor año porque se perdió mucha gente en esa temporada. Pero bueno, nos hemos apañado como hemos podido. Los atletas somos peleones.

-Fue al olímpico de Atenas en 2004, participó en el Mundial de Helsinki en 2005, aunque en esa ocasión no llegó a la final, ¿Qué recuerda de esa época desde la perspectiva actual?

-Atenas fue mi primer campeonato internacional absoluto, y tenía una lesión de codo muy gorda, casi no podía tirar ni una piedrecita. Atenas fue regular, Helsinki fatal, tuve errores que sé que no voy a volver a cometer. Entrenas todo el año, llegas al momento de la competición, y al final, por una cosa o por otra, no te sale bien.

-Pero después llegó el bronce en el Europeo de Goteborg. ¿Qué sintió en aquel podio?

-Fue un estallido, mucha emoción, me puse a llorar, me puse a reírme, no podía parar. Ya no tanto en el podio, sino en el momento en el que tiró la alemana y vi que no me ganaba. Sabía que el lanzamiento me salió bien, que tenía buena técnica, pero de ahí al bronce había una posibilidad entre un millón.

-En 2007, después del culmen en Goteborg, se lesionó y volvió a las marcas de años anteriores. No pudo llegar a los mundiales de Osaka. ¿Cuál es la importancia de esos momentos bajos en la trayectoria de un deportista?

-Pues que si sales de eso, sales reforzado. En un momento tan bajo sales con las energías renovadas, aunque cuesta. He tenido errores de niño pequeño y los he pagado, pero te lamentas un poquito y sigues adelante.

-¿Cuál es la motivación entonces para invertir tanto esfuerzo?

-Que te gusta, y que yo ahora mismo no podría pasar sin el atletismo. Hoy por hoy, ni las lesiones ni las malas experiencias me han hecho perder las ganas.

-Y toda esta trayectoria deportiva, ¿Cómo influye en su forma de plantear el Europeo de Barcelona?

-En todo este tiempo siempre hemos tenido al menos dos de semanas desde la última competición hasta el Europeo, y ahora sólo falta una semana y siento que se me ha venido un poco encima. Pero creo que estamos bien, y que el trabajo ya está hecho. Pensar si ganaremos no merece la pena.